El video clave y el ADN que complican al taxi boy brasileño asesino
Un taxi boy brasileño detenido por el asesinato del empresario Norberto Adamo quedó más complicado tras una prueba de ADN y un video.
En las últimas horas, los peritos de la Policía Federal le acercaron a la fiscal Marcela Sánchez, un dictamen clave: sangre encontrada en la escena del homicidio, es del taxi boy brasileño que se cortó en pleno ataque criminal con el mismo cuchillo que usó para matar.
Es más, el video que lo incrimina lo muestra escapando de la escena del crimen y chupándose un dedo para limpiar su sangre.
El taxi boy brasileño es André Conrado Espinoza, detenido por el crimen del empresario Norberto Adamo.
Por el caso, hay otros dos taxi boys bajo investigación.
El taxi boy brasileño es André Conrado Espinoza, detenido por el crimen del empresario Norberto Adamo.
Por el caso, hay otros dos taxi boys bajo investigación.
En el ambiente de los taxi boys, a Conrado Espinoza, lo apodaban "el brazuca". Todos lo recordaban por sus memorables faenas sexuales a cambio de unos pesos. Todos los clientes lo pedían por "ser un súper dotado".
En ese país, en la zona del Callao, hizo desastres que le valieron su aparición mediática como "reo buscado".
Celoso porque una novia lo había dejado, la fue a buscar. La atacó a puñaladas. También hirió a la ex suegra, y también al ex cuñado, para luego escapar.
Pero su sentimentalismo pudo más. En Hurlingham, tenía otra novia, como si fuera poco, embarazada.
La policía tenía "tomado" el teléfono de esa mujer. Conrado no aguantó, y la llamó. Ahí pudieron "tomar" el teléfono que usaba el brazuca.
Entonces empezó un operativo de ingeniería de la policia para atraparlo. Cuando supieron que el sospechoso estaba en Agentina, varios policías lo empezaron a buscar en las páginas del mundo taxi boy, y lo ubicaron.
"El súper dotado necesitaba plata y volvió de gira". Entonces, varios policías simularon ser clientes interesados. Es más acordaron una cita en Esperanto, el boliche de Palermo, pero a último momento, el criminal se bajó del encuentro.
Finalmente, y desesperado por hacer plata, André Conrado Espinoza, mandó mensajes de texto a sus antiguos clientes. Les escribió a los que se desvivían por él y pactó una cita con uno de ellos, en Pueyrredón y Mitre. Ahí fue "el brazuca", ahí "fue la policía" y ahí "fue el cliente". El brasileño terminó preso. Ahora buscan a otro taxi boy que pudo haberlo ayudado a matar, y a escapar. Una historia de espanto puro.