El verdadero gabinete de Scioli

Como siempre, Scioli los madrugó. Fue el primer candidato en adelantar, hace ya varios días, parte de su futuro gabinete. Eso tiene un nombre: certidumbre, previsibilidad. Y prometió crear decenas de ministerios, cosa de quedar bien con todo el mundo. Eso tiene un nombre: sciolinidad. Una nueva disciplina de las ciencias políticas.

En cambio, Macri y Massa recién están empezando a dar algunas pistas, para no quedar tan atrás. Massa habló de De la Sota y de Lavagna, y también le gustaría designar a su mujer, Malena, en el Ministerio de Defensa. De Defensa Personal. Desmiente, además, que la huida al Frente para la Victoria de muchos dirigentes que estaban con él lo haya hecho pensar en un Ministerio de las Migraciones Internas. En el caso de Macri, lo más rutilante es la creación de una cartera de Contrataciones, que ocupará Fernando Niembro.

Le pedí a Daniel que, a modo de primicia y de un gesto hacia esta columna, que tanto lo rema, me tirara más nombres. Estuvo sincero y generoso. Sincero, porque me contestó: "Mirá, en realidad yo tengo dos gabinetes: uno es el que vengo dando para hacer campaña. Un poco de mentirita, viste; digamos, para la gilada. Y otro, el real, que se conocerá cuando gane. Imaginate que no voy a ser tan piantavotos de decir ahora que en Agricultura quiero poner al tipo que me administra las estancias de Tandil y Balcarce". Y estuvo regeneroso porque me adelantó una larguísima lista de los que realmente serán sus colaboradores en las más diversas áreas. ¿Sorpresas? Muchas, muchísimas. No sólo por los nombres, sino porque el gabinete será tan amplio que hasta podría haber una cartera de Asuntos del Delta, con sede en su mega-quinta/museo temático/estadio/helipuerto de Villa La Ñata.

En algún caso tengo la sospecha de que me tomó el pelo, o de que no es tan buenito como parece. No puede ser cierto que para Lucha Contra el Narcotráfico su candidato sea Aníbal Fernández (si pierde el domingo próximo) o alguien muy cercano a Aníbal. Por ejemplo, "la Morsa".

Ésta es la lista de los casilleros que ya están ocupados, salvo retoques que puedan hacerse a último momento (dispuestos por Daniel, o por Cristina, o por Daniel a instancias de Cristina).

Jefe de Gabinete, José "Pepe" Scioli. Ministra de Desarrollo Social, Karina Scioli. Ministro de Planificación, Nicolás Scioli (hoy en el Banco Provincia). Ministro de Infraestructura, algún otro Scioli.

A Economía no irán ni Batakis, ni Blejer, ni Bein. La gran performance de Kicillof lo hizo pensar en alguien joven, no contaminado, emprendedor; un experto en finanzas, mercado cambiario e inversiones: Máximo Kirchner. "Pero ojo -me advirtió-, que reportará directamente a mí."

En Interior, el ministerio que regula la difícil relación con las provincias, quiere a una persona que, más allá de su origen, hoy es de su extrema confianza, un soldado de la causa, un sciolista puro: Mariotto. "Mariotto 2015, no Mariotto 2011", se gasta a sí mismo (y al universo kirchnerista) el ex comisario político.

La de Cancillería es una de las mayores sorpresas. Después de 12 años de una política exterior signada por los sones de guerra, Daniel quiere cambiar de música: Nacha Guevara.

En la misma sintonía, ministra y viceministro de Cultura: Lucía y Joaquín Galán (el dúo Pimpinela).

Ministro de Defensa: Víctor Emilio Ramírez (también llamado "El Tyson del Abasto" o "el crédito de Villa La Ñata").

Ministro de Información Pública y Medios de Comunicación no Monopólicos: Daniel Hadad (y no Marcelo Longobardi, como inventó maliciosamente la gente de Macri).

Ministro de Equipamiento para la Seguridad: Mario Montoto.

Ministro de Prevención de Inundaciones: el intendente de La Plata, Pablo Bruera.

Ministro para la Transparencia Electoral: José Alperovich.

Ministra para la Promoción de la Fe y la Esperanza: Hebe de Bonafini.

Ministro de Justicia: el que indique Cristina.

Secretario legal y técnico: el que pida La Cámpora.

Ministro sin cartera: Francisco de Narváez.

Director de la Campaña Nacional contra el Hambre: Jorge Capitanich.

Director de Casinos y Tragamonedas: como hay muchos interesados, Daniel dice que hará una licitación.

¿Y Cristina?, le pregunté. ¿Qué lugar de privilegio pensaste para ella?

"Tuve muchas dudas, porque evidentemente se merece lo mejor y no me puedo equivocar. En las islas Seychelles, por ejemplo, no tenemos embajador, y me acuerdo que cuando estuvo ahí le gustó muchísimo y le encantaría volver. También pensé en Cuba: ¡lo que disfrutaría juntándose todas las tardecitas a charlar con Fidel y explicarle cómo funciona el mundo! Pero ella ama Europa, ama Roma. Le voy a ofrecer la embajada en el Vaticano." Se quedó unos segundos callado, como pensando, y agregó: "Mi esperanza es que, teniéndola cerca, Francisco nos consiga el milagro".