El vaso medio lleno de "vivir sin luz"
A la fuerza salimos de la rutina. ¿Cómo aprovechar la desgracia de estar sin electricidad en verano?
Las temperaturas suben y el consumo de energía aumenta al punto de no dar abasto y colapsar. Los cortes de luz en los barrios de la Ciudad y el Conurbano se volvieron moneda corriente al igual que las justas denuncias ante las empresas y ante los funcionarios.
Ante esta situación que nos afecta a todos y nos deja sin posibilidad de hacer algo para solucionarlo, a menos que se tengan miles de pesos para comprar un grupo electrógeno, ¿cómo vivimos sin luz?
Recordemos algunos puntos "a favor" del corte de luz, ya que nos permite salir de la rutina que incluso, a veces, nos hace vivir "automatizados".
Cenar sin luz
Con gas, pero con calor, las comidas más frescas suelen ser las elegidas. El arroz y las ensaladas toman protagonismo en medio del hostil entorno. Así, a través de una forma poco convencional mantenemos una dieta más sana.
Sin la TV ni la radio la mesa del comedor a la noche vuelve a llenarse de conversaciones. Hasta los adolescentes "monosílabos" (quienes solo contestan "Sí" "No" "Bien" "ah", etc) empiezan a hablar para pasar el tiempo.
Diversión
Sin TV, pero sobre todo sin compu ni PlayStation, es la abuela la que saca juegos de la galera. Esta vez, escuchada con más atención, describe paso a paso cada juego de cartas, dados o de mesa que ya nadie recuerda.
Si no hay mucha iniciativa, surgen los juegos típicos de viaje en ruta: "Veo veo", "viene un barquito cargado de...", entre otros.
Amistad
El celular no necesita ser enchufado a menos que los sucesivos cortes hayan hecho imposible recargar la batería. Entonces sin SMS ni WhatApp y, claramente, sin Facebook, los amigos vuelven a ser personas de carne y hueso. La falta de chats promueve las charlas en persona, las que muchas veces nos sorprenden con comentarios y reflexiones que en los contactos habituales a velocidad de la luz no tienen tiempo de parecer.
Al "natural"
En lugar de estar en casa sentados o acostados en lugares que parecen quemar podemos salir a andar en bicicleta para en el pedalear sentir algo de viento en la cara. También los parques y plazas resultan (con repelente puesto) espacios más amenos ya que las plantas no retienen el calor como las estructuras de cemento.
¿Vos que hacés sin luz?