"El Topo" Moreyra: "Tengo miedo de que me mate la Bonaerense"
El "Topo" Moreyra, acusado de ser el autor intelectual del crimen de Candela, habló de su miedo. "Voy a contar todo lo que sé", aseguró.
Héctor "El Topo" Moreyra (45) fue buchón de la policía durante 30 años hasta que fue detenido, sospechado de haber sido el autor intelectual del asesinato de Candela Sol Rodríguez (11), por parte de los mismos policías bonaerenses que ayudaba.
Ahora, luego de que la Cámara de Morón lo liberó al anular el expediente, siente que es el momento de hablar por dos motivos, miedo a que lo maten y venganza.
"No te miento, hoy tengo miedo de que me mate la Bonaerense para callarme", aseguró "El Topo", refiriéndose a un policía de La Matanza apodado "El Chueco" que reserva su nombre por motivos legales.
"Se decía mi amigo. Repartía cédulas judiciales antes de conocerme. ¡Pensar la plata que le hice ganar! Me fue a ver a casa y me preguntó si sabía algo de lo de la nena. Le dije que no tenía ni idea. Entonces me dijo "movete" y me dio plata para que me moviera", confesó "El Topo".
Y añadió: "No sé, me habrá dado 500 pesos para la nafta. Después fue él quien me traicionó. Se portó muy mal conmigo. Y si yo hablo de él, no sale más... va preso de verdad".
Finalmente fue "El Chueco" quien facilitó que el fiscal lo investigara por el violento asesinato de la nena de 11 años: "Vino a mi casa un día, como a las diez de la noche. Me dijo: '¿Me acompañas que tengo que ir a dar la vuelta a cobrarles a unos transas?´. Le dije ´bueno´, y cuando estábamos en camino paró en una estación de servicio en la que estaba un subcomisario. El ‘subco’ me dijo: ´Vamos, que el fiscal quiere hablar con vos´. Pero me llevaron a la comisaría de Villa Tesei, me cagaron a palos y me sacaron los documentos. Le pregunté a uno: ´¿Me voy?´. Y me contestó: ´No, parece que quedás preso´", relató.
Moreira asegura que hasta el día de hoy "no puede creer" lo que acontencido aquella noche:
"El Chueco estaba contento, se reía, se frotaba las manos, me verdegueaba. ´Estás en re cana´, me dijo. Ese tipo me arruinó la vida. Tengo una beba de 9 meses y una nena de 14 años que durante un mes no quiso ir al colegio por lo que se decía de mí. Esta causa la armaron, pero como ésta armaron mal. Yo lo sé porque los conozco desde hace 30 años, viví toda la vida con ellos".
"El Topo" asegura: "Yo sé cosas que asustan. No de ellos solos. Toda la vida conocí jefes grandes. Me reuní con todos. No puedo contar algunas cosas, estoy fundido, no tengo un peso ni para ir a 10 cuadras de mi casa".
Y advirtió: "Yo voy a contar lo que sé. No todo, una o dos cosas son suficientes, porque para contar todo no nos va a alcanzar la vida. Por eso tengo miedo. No es lo mismo hablar una o dos veces con la Policía que hacerlo 30 años. Te sabés la vida... a mí me quisieron sacar de encima con el caso Candela. Meterme preso y que me maten. Saben que uno no es fiel toda la vida".
En cuanto a los motivos del "armado" de la causa Candela, "El Topo" asegura no tener idea de nada al igual que sobre lo sucedido con la nena.
Moreira comenzó a trabajar como "buchón" de la Bonaerense cuando tenía 17 años. "Yo levantaba juego y me contactó un conocido de la Fuerza. Me dijo si podía hacer algo y así arranqué. Te preguntan quién anda en esto, quién hizo este laburo, quién tiene droga. Cuando te querés acordar, conocés a todos. La Policía tiene muchos informantes y con ellos resuelven las causas. Son unos inhábiles", contó.
Sobre su relación con la familia de la nena, asegura que sólo conocía al padre de la víctima pero no tenía contacto con él desde hacía mucho tiempo. "A "Juancho" (el papá de Candela) lo conozco de chico, del barrio, pero hacía 11 años que no lo veía. A mí que me saquen sangre, que me hagan lo que quieran, yo estoy muy tranquilo, ni sabía que existía la nena. A la mamá (Carola Labrador) tampoco la conocí nunca ni tampoco a las otras personas que detuvieron".
Pese a que asegura no tener relación, en la causa, "Juancho" señaló al "Topo" como alguien capaz de hacerle un mal.
"Yo sé que "Juancho" sabe que yo soy incapaz de hacer algo así. El me conoce y lo sabe. Y no hay pica entre "Juancho" y yo. Mi gente y mi barrio sabe quién soy. Yo salí en libertad y al otro día parecía un partido Boca–River: 500 personas me fueron a saludar", opina él.
"Yo todos los días llevo a mi hija al colegio, ¿sabés lo fácil que es pararme y ponerme droga con un testigo amigo? Es una pelotudez. Lo hacen todo el tiempo. Esto de Candela fue una locura. Yo no hago esas boludeces, no les tiro piedras a los trenes", concluyó.
Ahora, luego de que la Cámara de Morón lo liberó al anular el expediente, siente que es el momento de hablar por dos motivos, miedo a que lo maten y venganza.
"No te miento, hoy tengo miedo de que me mate la Bonaerense para callarme", aseguró "El Topo", refiriéndose a un policía de La Matanza apodado "El Chueco" que reserva su nombre por motivos legales.
"Se decía mi amigo. Repartía cédulas judiciales antes de conocerme. ¡Pensar la plata que le hice ganar! Me fue a ver a casa y me preguntó si sabía algo de lo de la nena. Le dije que no tenía ni idea. Entonces me dijo "movete" y me dio plata para que me moviera", confesó "El Topo".
Y añadió: "No sé, me habrá dado 500 pesos para la nafta. Después fue él quien me traicionó. Se portó muy mal conmigo. Y si yo hablo de él, no sale más... va preso de verdad".
Finalmente fue "El Chueco" quien facilitó que el fiscal lo investigara por el violento asesinato de la nena de 11 años: "Vino a mi casa un día, como a las diez de la noche. Me dijo: '¿Me acompañas que tengo que ir a dar la vuelta a cobrarles a unos transas?´. Le dije ´bueno´, y cuando estábamos en camino paró en una estación de servicio en la que estaba un subcomisario. El ‘subco’ me dijo: ´Vamos, que el fiscal quiere hablar con vos´. Pero me llevaron a la comisaría de Villa Tesei, me cagaron a palos y me sacaron los documentos. Le pregunté a uno: ´¿Me voy?´. Y me contestó: ´No, parece que quedás preso´", relató.
Moreira asegura que hasta el día de hoy "no puede creer" lo que acontencido aquella noche:
"El Chueco estaba contento, se reía, se frotaba las manos, me verdegueaba. ´Estás en re cana´, me dijo. Ese tipo me arruinó la vida. Tengo una beba de 9 meses y una nena de 14 años que durante un mes no quiso ir al colegio por lo que se decía de mí. Esta causa la armaron, pero como ésta armaron mal. Yo lo sé porque los conozco desde hace 30 años, viví toda la vida con ellos".
"El Topo" asegura: "Yo sé cosas que asustan. No de ellos solos. Toda la vida conocí jefes grandes. Me reuní con todos. No puedo contar algunas cosas, estoy fundido, no tengo un peso ni para ir a 10 cuadras de mi casa".
Y advirtió: "Yo voy a contar lo que sé. No todo, una o dos cosas son suficientes, porque para contar todo no nos va a alcanzar la vida. Por eso tengo miedo. No es lo mismo hablar una o dos veces con la Policía que hacerlo 30 años. Te sabés la vida... a mí me quisieron sacar de encima con el caso Candela. Meterme preso y que me maten. Saben que uno no es fiel toda la vida".
En cuanto a los motivos del "armado" de la causa Candela, "El Topo" asegura no tener idea de nada al igual que sobre lo sucedido con la nena.
Moreira comenzó a trabajar como "buchón" de la Bonaerense cuando tenía 17 años. "Yo levantaba juego y me contactó un conocido de la Fuerza. Me dijo si podía hacer algo y así arranqué. Te preguntan quién anda en esto, quién hizo este laburo, quién tiene droga. Cuando te querés acordar, conocés a todos. La Policía tiene muchos informantes y con ellos resuelven las causas. Son unos inhábiles", contó.
Sobre su relación con la familia de la nena, asegura que sólo conocía al padre de la víctima pero no tenía contacto con él desde hacía mucho tiempo. "A "Juancho" (el papá de Candela) lo conozco de chico, del barrio, pero hacía 11 años que no lo veía. A mí que me saquen sangre, que me hagan lo que quieran, yo estoy muy tranquilo, ni sabía que existía la nena. A la mamá (Carola Labrador) tampoco la conocí nunca ni tampoco a las otras personas que detuvieron".
Pese a que asegura no tener relación, en la causa, "Juancho" señaló al "Topo" como alguien capaz de hacerle un mal.
"Yo sé que "Juancho" sabe que yo soy incapaz de hacer algo así. El me conoce y lo sabe. Y no hay pica entre "Juancho" y yo. Mi gente y mi barrio sabe quién soy. Yo salí en libertad y al otro día parecía un partido Boca–River: 500 personas me fueron a saludar", opina él.
"Yo todos los días llevo a mi hija al colegio, ¿sabés lo fácil que es pararme y ponerme droga con un testigo amigo? Es una pelotudez. Lo hacen todo el tiempo. Esto de Candela fue una locura. Yo no hago esas boludeces, no les tiro piedras a los trenes", concluyó.