El Teatro Colón, una joya en peligro
El prolongado y grave conflicto que mantiene paralizado al Teatro Colón exige un tratamiento prudente y serio, capaz de reestablecer canales de diálogo y de iniciar un proceso de trabajo mancomunado entre los artistas, los técnicos y la dirección de la institución.
La puja que afecta la actividad del Colón ya tiene medio año de duración y puede, de persistir, poner en riesgo la actual temporada y comprometer el cumplimiento de la función cultural insustituible de esta sede de las artes que ha sido acondicionada para el Bicentenario con un enorme esfuerzo.
El Teatro Colón cerrado es un pésimo dato para la oferta cultural del país, pero también para la formación de nuestros artistas y, sobre todo, para la comunidad que costea el giro de la institución. Ha sido frustrante que Plácido Domingo no pudiera cantar en su escenario privilegiado y que se vea afectada la representación de la primera ópera del año.
Es de esperar que se den pasos tendientes a superar una crisis que, de persistir, puede lesionar severamente a nuestra cultura.
Es imprescindible que se den pasos tendientes a superar el ya largo conflicto que paraliza al Colón, para lo cual se deben abrir canales de diálogo y reconstruir la confianza entre las partes.