El suicida más torpe del mundo
Un hombre se arrojó de un octavo piso con intenciones de quitarse la vida, pero solo sufrió lesiones leves; el mismo día se arrojó debajo del tren y también resultó ileso.
“Cuando no te tiene que tocar…”, dirían las señoras mayores. Otros musitarían que “yerba mala…”
Y así lo confirmó un ruso que, oriundo de Krasnoyarsk (en Siberia) intentó acabar con su vida dos veces el mismo día y, sin conseguirlo, salió “vivito y coleando” de las fallidas pruebas frustradas.
Según lo informó la policía local, el suicida en potencia, se arrojó (en primera instancia) de un octavo piso sufriendo meramente heridas leves y habiendo sido cobijado por la amplia capa de nieve que se posaba sobre la vereda de su edificio.
Siendo esto en si mismo un milagro, la aventura no culmina ahí, sino cuando, al ser trasladado por los rescatistas que lo socorrieron luego de su tamaña herejía, el deprimido sujeto intentó arrojarse debajo del tren.
"De camino al puesto de socorro, el hombre se paró en una vía ferroviaria y se arrojó al paso de un convoy de carga", destacó un oficial a cargo de la causa.
No obstante y, afortunadamente (o por desgracia para el auto-asesino) el maquinista consiguió pulsar el freno de emergencias y consiguió así que el tren se detenga justo delante del hombre.
Al parecer, había 2 por 1 en el cielo y así, este segundo milagro sólo le fracturó una pierna.
Y así lo confirmó un ruso que, oriundo de Krasnoyarsk (en Siberia) intentó acabar con su vida dos veces el mismo día y, sin conseguirlo, salió “vivito y coleando” de las fallidas pruebas frustradas.
Según lo informó la policía local, el suicida en potencia, se arrojó (en primera instancia) de un octavo piso sufriendo meramente heridas leves y habiendo sido cobijado por la amplia capa de nieve que se posaba sobre la vereda de su edificio.
Siendo esto en si mismo un milagro, la aventura no culmina ahí, sino cuando, al ser trasladado por los rescatistas que lo socorrieron luego de su tamaña herejía, el deprimido sujeto intentó arrojarse debajo del tren.
"De camino al puesto de socorro, el hombre se paró en una vía ferroviaria y se arrojó al paso de un convoy de carga", destacó un oficial a cargo de la causa.
No obstante y, afortunadamente (o por desgracia para el auto-asesino) el maquinista consiguió pulsar el freno de emergencias y consiguió así que el tren se detenga justo delante del hombre.
Al parecer, había 2 por 1 en el cielo y así, este segundo milagro sólo le fracturó una pierna.