El sentido lúdico de la vida
*Por Osvaldo Pepe. Mucha tecnología y poco sentimiento. Mucho contacto y poco compromiso. ¿Podría resumirse así el espíritu de las sociedades modernas para los segmentos integrados de la población? En la edición de hoy tenemos pistas interesantes.
Según una encuesta del Gobierno porteño entre jóvenes de 15 a 29 años, el uso de la PC hogareña trepó del 66% en 2008 al 84% en 2010 y las redes sociales son diosas rotundas de ese universo.
Por otro lado, pediatras, psicólogos y sociólogos nos recuerdan que el juego como actividad recreativa entre los chicos de 2 a 10 años sigue siendo una herramienta fundamental para adquirir las habilidades sociales e intelectuales necesarias para organizar el mundo adulto del estudio y el trabajo.
La realidad es que, por múltiples factores, la infancia de las nuevas generaciones está más cerca de los juegos virtuales que del sano atorranteo en las plazas públicas.
Y ya en la adolescencia reina cierto aire exhibicionista en las redes sociales.
¿Estaremos renunciando desaprensivamente al sentido lúdico y social de la vida? Si fuere así, deberíamos tomar nota de que ese cambio de hábitos, a la larga, no será gratis para nadie .
El mundo adulto se construye sobre imágenes y marcos culturales de la niñez. Hace medio siglo los pibes de entonces jugaban "a los cowboys" , pero muy pocos de grandes usaron revólveres de verdad. La marginalidad joven de hoy, creciente y preocupante, no jugó con revólveres de pibe, pero vio a su abuelo y a su padre desempleados , derrumbados por la miseria o tentados por la droga y el delito.
Los revólveres que no usaron de pibes los usan ahora, pero ya no como juego sino como un destino trágico . La metáfora puede resultar extrema, pero acaso nos alerte para que no extraviemos el sentido lúdico de nuestro horizonte.