El sello de Lifschitz
*Por Diego Veiga. Mónica Fein tendrá la misión de continuar consolidando el proyecto socialista que gobierna Rosario desde hace 22 años. Anoche, a su lado estaba el hombre que impulsó su candidatura y que se consagró senador departamental con comodidad: Miguel Lifschitz.
Recibe la herencia de una ciudad que en ocho años cambió significativamente. Cuando asumió en 2003, Lifschitz apenas logró el 22 por ciento de los votos. Había ley de lemas y el socialismo retuvo la ciudad por un exiguo 1,16 por ciento de ventaja con el PJ.A Lifschitz sólo lo habían votado en el centro. Cuatro años después, cuando fue reelecto, ganó en todos los barrios.
Y anoche muchos se preguntaban por qué no lo dejaron ser gobernador. Fein recibe ese espaldarazo. Al cierre de los comicios le sacó 21 puntos a Cavallero. No tendrá un Concejo afín. Lifschitz tampoco lo tuvo en 2003 y dejó su sello. Fein debe capitalizarlo.