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El Sarmiento funciona con normalidad tras ocho días de demoras por medidas de fuerza

Las formaciones circulaban esta mañana "a horario" y los empleados acataban así la conciliación obligatoria dictada ayer. 

El servicio del Ferrocarril Sarmiento funcionaba hoy con "normalidad", luego de ocho días consecutivos de demoras producto de un quite de colaboración de los trabajadores representados por el sindicalista Rubén "Pollo" Sobrero en reclamo del pago de una presunta deuda del Estado y un aumento salarial de 40 por ciento.

Fuentes de la Sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE) informaron que las formaciones circulaban esta mañana "a horario" y los empleados acataban así la conciliación obligatoria dictada ayer en el conflicto por 15 días hábiles, pese a que persistían en sus demandas y el Gobierno continuaba con su rechazo.

El Ministerio de Trabajo dio anoche por "agotada" la instancia administrativa en cuanto al reclamo de resarcimiento por el paso del personal de la empresa privada TBA al Estado en 2012 y quedó así para los empleados como última alternativa el recurso judicial.

La posición de la cartera laboral fue difundida luego de que Sobrero dijera que el acatamiento a la conciliación obligatoria servía para sentarse "en la mesa de negociación".

Por su parte, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, también salió anoche al cruce del gremialista y sostuvo: "Sobrero miente, acá no hay más nada que negociar". "Ahora que acataron la conciliación, le pido que se deje de molestar a los pasajeros y se ponga a trabajar por el Ferrocarril (Sarmiento)", instó el funcionario.

Por su parte, Sobrero aclaró que "de ninguna manera" solicitó un resarcimiento económico por haber pasado de TBA al Estado, sino que exigió "una gratificación por colaboración extraordinaria", como ocurrió con trabajadores de otras líneas ferroviarias que también dejaron el ámbito privado. Y volvió a cuestionar a Randazzo al asegurar que el funcionario kirchnerista "está buscando tratar de politizar el reclamo".

Asimismo, consideró que, desde el Gobierno, "están tratando de ganar tiempo pateando la pelota para otro lado" y especuló que "debe haber un problema de caja".

Por último, advirtió al ministro del Interior y Transporte que "ésta es una deuda que, tarde o temprano, van a tener que pagar".