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El relato devastador de una familia atacada con armas químicas por el Estado Islámico

Lo que vivió una familia es ejemplo de lo que atraviesan los civiles en Siria. Esta es la historia de una mujer, su marido y sus hijas.

La ciudad de Marea, en el norte de Siria, fue atacada en reiteradas oportunidades por el Estado Islámico, por eso Nada y su familia hicieron caso omiso a una nueva alarma que alertaba sobre un ataque. Mientras Nada amamantaba a su hija Sidra, nacida cinco días antes, un misil cayó en el techo de su casa.

Nada y su marido Abu Anas Ishara contaron a The New York Times que debieron ir hasta un hospital de una ciudad más grande para atenderse tras el ataque del Estado Islámico (ISIS). Allí les informaron que sus lesiones eran resultado de un ataque con armas químicas. Los médicos les dijeron que debían ser atendidos en Turquía.

La familia, compuesta por Nada, Abu Anas Ishara y sus dos hijas, viajó hasta el hospital turco de Kilis, donde los proveyeron con máscaras faciales.

"Las niñas no paraban de llorar y gemir. Era imposible consolarlas o aliviar su dolor", cuenta Abu Anas. La recién nacida presentaba ampollas en el cuerpo y su hermana Shahad tenía lesiones en la piel y tosía.

Las nenas se quedaron en ese hospital pero los adultos debieron ir a atenderse en otro hospital en la misma ciudad.

Nada estaba sin sus hijas, en un país donde no entendía el idioma y bajo tratamiento médico, en un momento perdió el conocimiento. Cuando despertó quiso ver a su beba pero se lo negaron. Nada presentaba ampollas en su cuerpo, tenía la superficie de los ojos quemada y respiraba con dificultad, su marido tenía tos y tenía dificultades para ver.

Nada nunca más volvió a ver a su beba, quien murió pocos días después.Su cuerpo fue enterrado por sus tíos.