El rating no siempre da felicidad
A pesar del éxito de "Graduados", Daniel Hendler está pasando un duro momento que no le permite disfrutar de la fama y la popularidad.
Pareciera que la felicidad es plena cuando el éxito profesional toca a la puerta, pero este no es el caso de Daniel Hendler, Andy en la ficción del horario central de Telefe, Graduados.
El actor está atravesando un momento muy difícil en lo personal, y la crisis parece acrecentarse cada día más, sus allegados afirman que espera poder largar todo para volverse a Uruguay y criar a su pequeña hija, Helena (4).
Al parecer Daniel y Andy tienen algo en común: ambos son sensibles y tienen a la familia entre sus principales valores.
Con el furor de Graduados, Daniel pasó de ser el joven actor de ojos claros, el de la propaganda de Telefónica, el uruguayo, para ser Andy. Ahora la gente lo saluda por la calle, le pide autógrafos y fotos. Y entre la flamante fama y el poco tiempo para compartir con su familia, Daniel está desorientado.
Hendler padece estar lejos de su casa, su mujer y su hija, pero cuando desde el canal le informan que se suspende la grabación o que tiene la mañana libre la felicidad se refleja en su rostro y exprime ese tiempo para poder compartirlo con su hija.
"A veces siento que perdí algo. Digamos, yo estoy feliz de todas las cosas que me han pasado, pero también hay algo que extraño, que es la libertad de cuando no vivía de ser actor", cuenta Daniel Hendler, según publica hoy la revista Paparazzi.
El actor está atravesando un momento muy difícil en lo personal, y la crisis parece acrecentarse cada día más, sus allegados afirman que espera poder largar todo para volverse a Uruguay y criar a su pequeña hija, Helena (4).
Al parecer Daniel y Andy tienen algo en común: ambos son sensibles y tienen a la familia entre sus principales valores.
Con el furor de Graduados, Daniel pasó de ser el joven actor de ojos claros, el de la propaganda de Telefónica, el uruguayo, para ser Andy. Ahora la gente lo saluda por la calle, le pide autógrafos y fotos. Y entre la flamante fama y el poco tiempo para compartir con su familia, Daniel está desorientado.
Hendler padece estar lejos de su casa, su mujer y su hija, pero cuando desde el canal le informan que se suspende la grabación o que tiene la mañana libre la felicidad se refleja en su rostro y exprime ese tiempo para poder compartirlo con su hija.
"A veces siento que perdí algo. Digamos, yo estoy feliz de todas las cosas que me han pasado, pero también hay algo que extraño, que es la libertad de cuando no vivía de ser actor", cuenta Daniel Hendler, según publica hoy la revista Paparazzi.