El primer envión
* Por José Luis Toso. La visita de Amado Boudou a la provincia fue como un punto de partida para la campaña electoral del justicialismo mendocino.
Éste sacó el jugo a las pocas horas que estuvo en Mendoza el compañero de ruta de la Presidenta, una especie de versión rockera del kirchnerismo.
En estos momentos la presencia de Boudou es para "Paco" Pérez casi como la misma presencia de la Presidenta. Puede haber sido, incluso, la primera parte de una estrategia nacional del oficialismo que incluirá, según lo anunciado en la semana, la visita de Cristina Fernández el mes que viene.
La campaña local del PJ seguirá el camino que se elija desde los despachos de la Casa Rosada y no sólo hasta las primarias, ya que la decisión de que la fórmula provincial se referencie sí o sí en el modelo nacional es prácticamente definitiva y el 23 de octubre, después de todo, ya no está tan lejos.
Esa Promoción tan molesta... La inquietud periodística mendocina por el desenlace de la promoción industrial y su conflictivo decreto presidencial 699/2010 llegó a fastidiar al ministro Boudou quien, de algún modo, puede dar testimonio, a partir de ahora, de lo que ha significado para esta provincia el odioso régimen vigente durante tantos años.
Si bien es cierto que en estos momentos el tema no incumbe a su área política (está en la órbita del Ministerio de Industria, a cargo de Débora Giorgi), se trata de una polémica político-económica y su candidatura a la Vicepresidencia no le permite esquivar la responsabilidad. Por lo tanto, no podía Boudou no atender a los empresarios sanrafaelinos que sostuvieron la acción de amparo contra el decreto presidencial y que aún ahora, a pesar de la resolución en contra dictada por la Justicia Federal, son la única vía legal que queda a la Provincia en el supuesto que recurran a una instancia superior.
No hubo grandes revelaciones al respecto. Sólo la promesa de buscar soluciones "para que Mendoza no se vea perjudicada", sumando, con dicha obviedad, más suspenso a la misteriosa estrategia que tiene en marcha el gobierno de Jaque para negociar con la Nación y las provincias vecinas.
Sin embargo, algunas voces justicialistas se animaron a comentar públicamente que la solución podría pasar por el dictado de algún decreto complementario especialmente destinado a nuestra provincia. Consideran que la no aplicación del decreto 699/10 significaría "poner freno a la idea de industrialización del país con el apoyo de líneas de crédito prevista para los próximos cuatro años".
El tiempo dirá cómo se resuelve este entuerto, partiendo de la base de que de promoción industrial no se hablaría más hasta después de las elecciones presidenciales.
Patear todo para adelante y arriesgar muy poco. En el justicialismo mendocino prefieren actualmente que el debate de los temas polémicos quede postergado para los meses posteriores a las elecciones generales. No sólo esto se da con la promoción industrial; la idea se hace extensiva a la minería y a otros asuntos clave que puedan quedar congelados en este tiempo de campaña que comienza.
La decisión se sustenta en una clara estrategia de no cometer errores que puedan generar un dolor de cabeza en pleno proceso de instalación de los candidatos. Y con más razón ante la decisión emanada desde Buenos Aires de sustentarse en la imagen de la Presidenta.
Por ahora induce a algún desconcierto el rumbo elegido por el radicalismo mendocino, con una cautela que lleva a suponer que también en el principal partido de la oposición no quieren arriesgarse a debates espinosos en temas complicados. "Por lo general el desafiante, el que quiere ganar el título, es el que arriesga y eso todavía no pasa con los radicales...", comentó un allegado a la fórmula provincial del PJ.
La UCR quiere a toda costa provincializar la campaña para hacer eje en la gestión de Jaque pero todavía no muestra mucho atrevimiento. El justicialismo, en cambio, se va a basar en el proyecto nacional de Cristina y en la inauguración o puesta en marcha de obras; la convocatoria por el Pasip, el jueves, le sirvió en tal sentido.
Las encuestas, que en el orden nacional han quedado bastante mal paradas de acuerdo a los resultados registrados en la ciudad de Buenos Aires y en Santa Fe, dicen por aquí que la fórmula encabezada por Cristina Fernández tiene favoritismo, muy por encima de sus competidores.
Hay actualmente bastante coincidencia entre los que hacen las mediciones y los sondeos locales con respecto al desempeño de Rodríguez Saá y Alfonsín. El puntano estaría segundo en intención de voto en Mendoza, por encima del candidato radical. Es un dato muy curioso si se tiene en cuenta que, candidato vs. candidato, Roberto Iglesias compite hoy mano a mano con "Paco" Pérez por la Gobernación. La fórmula del PJ se prende del carro de Cristina Fernández y se apoya, a su vez, en la tracción de sus intendentes; en cambio, la dupla radical es la que puede hacer crecer la imagen de Alfonsín.
Por eso el hijo del último gran referente del radicalismo estará nuevamente en la provincia muy pronto, ya que su aspiración de llegar a segunda vuelta necesita de los votos que le pueda aportar una gran parte del interior.
Sabe Ricardo Alfonsín que Buenos Aires, su territorio, será difícil, mientras que los demás grandes centros urbanos son inciertos: en Santa Fe y Rosario es fuerte el socialismo de Binner; en Córdoba podría haber polarización entre De la Sota y Juez; en la Capital Federal los votantes de Macri, que no tiene aún un referente nacional definido, pueden elegir distintas opciones.
Otro dato curioso de la realidad política mendocina camino a las elecciones. Alfonsín marcharía tercero aquí en las encuestas a pesar de contar con la principal fórmula opositora al kirchnerismo provincial. En cambio, el que supuestamente marcha en segundo lugar, Rodríguez Saá, todavía no tiene candidato a gobernador, ya que el Partido Demócrata aún no decide a quién llevar.
Aseguran en el PD que después de las primarias del 14 de agosto se conocerá el nombre del aspirante a la Gobernación; el viejo partido tiene la palabra, más allá de lógicas consultas con los socios electorales que responden al referente puntano y los del peronismo disidente que también conforman la alianza. No descartan los demócratas que, como ya se rumorea, pueda ser designado un extrapartidario para encabezar la fórmula.
No todos están con Alberto. Ayer Alberto Rodríguez Saá estuvo en esta ciudad y dio una charla que utilizó, además, para la presentación formal de sus candidatos a diputado nacional, encabezados por el demócrata Roberto Pradines.
"Estamos conformes con él. Dice lo que uno quiere escuchar y además asegura que si es presidente va a terminar con la promoción industrial", comentó sobre el candidato presidencial un dirigente de alto rango del PD. El puntano seduce con su propuesta de "economía competitiva, no prebendaria" y con la casi mayoritaria asignación de recursos presupuestarios a obras de infraestructura.
Hay voces en contra del acuerdo demócrata, como la del senador Carlos Aguinaga, que no comparte tener como aliado a Rodríguez Saá y propone, en cambio, que el PD apoye a nivel nacional al candidato presidencial opositor más votado en las primarias de agosto. Una postura extrema con final por ahora irreconciliable que choca con una decisión partidaria difícil de revertir.