El presidente de Quilmes dijo que "no va a tardar mucho en aparecer un muerto"
La sensación es que la situación lo desbordó. Tras el apriete de la propia barra de Quilmes a sus jugadores, el presidente del club, José Luis Meiszner, salió a pedir clemencia ante tanta violencia: " No va a tardar mucho en aparecer un muerto".
Entre advertencias y pedidos, Meiszner también se encargó de quitarle responsabilidad al jefe de Gabinete nacional, Aníbal Fernández, vicepresidente primero del club y máxima autoridad en las fuerzas de seguridad federales, que no tienen jurisdicción en la provincia de Buenos Aires. "Él es un socio más", dijo.
Y después explicó el episodio de violencia que sufrieron los jugadores. "Acá hay una particularidad. El micro fue atacado a ocho cuadras de la bajada a la autopista. No hay que ser un oficial de Scotland Yard para darse cuenta que hay que protegerlo y custodiarlo", sostuvo Meiszner por radio La Red y describió que el ómnibus "entró crudo" en la ciudad y "pasó por una villa".
"Cuanto menos, hay una falta de previsión que preocupa", sostuvo en una crítica a las autoridades policiales bonaerenses.
En cambio, poco dijo en torno a los daños producidos en los autos de jugadores y de Adrián Czornomaz, ayudante de campo del técnico Leonardo Madelón. Es que la seguridad dentro del club está a cargo directo de las autoridades de esa entidad.
"Que un tipo rompa un portón y entre con una moto... En Estados Unidos mataron a Kennedy", se defendió, extrañamente, Meiszner al respecto antes de lanzar la advertencia.
"Cuando uno de estos impresentables se mezcla entre los normales la batalla está perdida y no va a tardar mucho para que aparezca un muerto en el fútbol si seguimos así", enfatizó el directivo, pese a que el fútbol ya suma más de un centenar de muertos, la mayoría por violencia en las canchas y fuera de ellas.
Al hablar antes de la reunión agendada para la tarde con los futbolistas y el cuerpo técnico, Meiszner denunció públicamente que aparecieron pintadas en el estudio jurídico que comparte con sus hijos y también en una escuela donde trabaja su esposa.