¿El portero se inmoló por amor?
Jorge Mangeri está preso. Es el único acusado por el crimen de Angeles Rawson. Se autoincriminó. Reconoció ser el responsable del homicidio, pero aclaró de forma tajante que su mujer no tenía nada que ver.
Por Mauro Szeta
@mauroszeta
Si su relato es real, y no fue hecho bajo presión policíal, la pregunta obligada es; ¿actuó solo? O ¿en realidad, tuvo la complicidad de su mujer, se hace cargo de todo, y se inmola por amor?.
Llama la atención que en la autoincriminación, Jorge Mangeri fue claro al decir: "Mi mujer no tuvo nada que ver". Si tuvo que hacer la aclaración de que ella es inocente, caben dos posibilidades: que temiera que la involucraran a ella, sin fundamento alguno, o que realmente su mujer colaboró en la acción criminal, y él es capaz de todo por ella, hasta salvarla.
Sobre esta base, la fiscal detectó una contradicción que podría servir para determinar si la esposa de Mangieri tiene que ver o no con el crimen que se le imputa al portero.
Siempre de acuerdo con la acusación fiscal, cuando le tomaron declaración como testigo, Diana, la esposa del portero, señaló que el lunes del crimen estuvo varias veces con su esposo durante el día, dijo a DiarioVeloz una fuente judicial.
Sin embargo, cuando declaró ante los medios televisivos, Diana y su familia remarcaron que ese lunes, Mangeri estuvo solo hasta las nueve de la noche, y que recién después, fue a Pacheco para encontrarse con su mujer. La contradicción no tiene explicación coherente pero es una contradicción al fin.
¿Mangeri estuvo solo en el espacio temporal donde pudo cometerle el crimen, o su mujer también compartió minutos con él, donde pudo haberlo asistido?. No se sabe.
Lo cierto es que Mangeri sigue preso. Lo cierto es que la fiscal está convencida de que fue el autor de crimen. Pero lo cierto es también que el caso sigue plagado de interrogantes. Todavía no hay móvil visible, todavía no hay certeza de cuál fue la escena del homicidio, todavía no se sabe dónde se descartó el cuerpo.
Para colmo, Mangeri denunció que fue víctima de apremios y torturas policiales. Después de autoincriminarse, eligió el silencio dos veces. ¿Si fue él el asesino, pudo hacer todo sólo, o necesitó de ayuda?.
El caso no está cerrado. Falta mucho todavía. Y la frase del legista Luis Ravaiolo queda boyando: "Hay personas que se autoincriminan en caso aberrante como éste, sólo por altruismo, sólo para salvar a un tercero".
@mauroszeta
Si su relato es real, y no fue hecho bajo presión policíal, la pregunta obligada es; ¿actuó solo? O ¿en realidad, tuvo la complicidad de su mujer, se hace cargo de todo, y se inmola por amor?.
Llama la atención que en la autoincriminación, Jorge Mangeri fue claro al decir: "Mi mujer no tuvo nada que ver". Si tuvo que hacer la aclaración de que ella es inocente, caben dos posibilidades: que temiera que la involucraran a ella, sin fundamento alguno, o que realmente su mujer colaboró en la acción criminal, y él es capaz de todo por ella, hasta salvarla.
Sobre esta base, la fiscal detectó una contradicción que podría servir para determinar si la esposa de Mangieri tiene que ver o no con el crimen que se le imputa al portero.
Siempre de acuerdo con la acusación fiscal, cuando le tomaron declaración como testigo, Diana, la esposa del portero, señaló que el lunes del crimen estuvo varias veces con su esposo durante el día, dijo a DiarioVeloz una fuente judicial.
Sin embargo, cuando declaró ante los medios televisivos, Diana y su familia remarcaron que ese lunes, Mangeri estuvo solo hasta las nueve de la noche, y que recién después, fue a Pacheco para encontrarse con su mujer. La contradicción no tiene explicación coherente pero es una contradicción al fin.
¿Mangeri estuvo solo en el espacio temporal donde pudo cometerle el crimen, o su mujer también compartió minutos con él, donde pudo haberlo asistido?. No se sabe.
Lo cierto es que Mangeri sigue preso. Lo cierto es que la fiscal está convencida de que fue el autor de crimen. Pero lo cierto es también que el caso sigue plagado de interrogantes. Todavía no hay móvil visible, todavía no hay certeza de cuál fue la escena del homicidio, todavía no se sabe dónde se descartó el cuerpo.
Para colmo, Mangeri denunció que fue víctima de apremios y torturas policiales. Después de autoincriminarse, eligió el silencio dos veces. ¿Si fue él el asesino, pudo hacer todo sólo, o necesitó de ayuda?.
El caso no está cerrado. Falta mucho todavía. Y la frase del legista Luis Ravaiolo queda boyando: "Hay personas que se autoincriminan en caso aberrante como éste, sólo por altruismo, sólo para salvar a un tercero".