El portero de Cristina Kirchner declaró y aseguró que vio "bolsos con dinero"
El encargado del edificio de la calle Uruguay aseguró que el secretario de Néstor Kirchner iba con frecuencia a los departamentos.
Sacaba la basura, barría el hall de entrada, acercaba las boletas de la luz a los departamentos y, también, observaba. Julio César Silva es, hasta hoy, el portero del edificio de la calle Uruguay al 1300, donde vive la expresidenta Cristina Kirchner. Por la causa de los cuadernos de las coimas declaró ante la Justicia que vio "movimientos de bolsos" y reconoció que su familia consiguió trabajo en el Estado gracias a Daniel Muñoz, exsecretario de Néstor Kirchner.
Según explicó Sergio Farella en A dos voces, el encargado aseguró ante el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli que Muñoz iba "solo al edificio" y sostuvo que "nunca lo vio con Kirchner". "Venía por unas horas pero no se quedaba a dormir. Entre 2007 y 2010 llegaba con personas y vi movimiento de bolsos y valijas con frecuencia semanal y a veces de hasta 15 días (sic)", explicó.
En el edificio, a pedido del fiscal, se realizó un allanamiento para conocer si, tal como habían denunciado los vecinos, hubo movimientos sospechosos de dinero. En ese sentido, Claudio Uberti, extitular del Órgano de Control de Concesiones Viales, declaró que en una oportunidad vio "más de 20 bolsos" a lo largo del pasillo de uno de los departamentos.
Silva dijo que él tenía la llave por si sucedía "alguna pérdida". También señaló que las expensas estaban "a nombre de (Fabián) De Souza". "Por eso entiendo que ambos departamentos (el primer y el cuarto piso) son de su propiedad, pero quien me dio las llaves es Oscar Leiva, que ocupó el cuarto piso hasta octubre del año pasado". Y agregó: "Osvaldo San Felice (exgerenciador de Hotesur, empresa de Cristina Kirchner) se reunía con Levia (también exgerente de esa firma) en el cuarto piso".
Por su parte, Ignacio Laplacette, uno de los vecinos de Cristina, apuntó que en una oportunidad le preguntó al portero si Néstor o Cristina iban al lugar, a lo que le respondió que jamás iban, pero sí lo veía a "Máximo en horarios raros".
El vecino también contó que, con el paso del tiempo, decidió vender su departamento. "Me lo crucé a Muñóz en el ascensor y le pregunté si ellos estaban interesados en comprarlo. De muy mal modo me dijo que no", aseguró y describió cómo fue, finalmente, la operación inmobiliaria. "Se comunicó conmigo Marcelo Rementería y me entregó una tarjeta de grupo Indalo (de Cristóbal López). Me señaló que, de ahí en más, debía continuar con Osvaldo Sanfelice", dijo.
En ese sentido, su relato coincide con Silva, quien también ubica al empresario en el edificio. "Al momento de escriturar apareció Sanfelice con un hombre, de apellido De Souza. Me pagaron en efectivo, en dólar billete", rememoró.