El plantel de Nantes tomó una dura decisión sobre Emiliano Sala
Visiblemente emocionados, los jugadores contaron su determinante decisión en medio de la conmoción.
En estado de shock por la desaparición Emiliano Sala, el plantel de Nantes se entrenó por primera vez desde que el avión que llevaba al ex delantero del club hacia Cardiff perdiera contacto con los radares. La conmoción acompañó no solo a los jugadores y al cuerpo técnico, sino a los simpatizantes que pudieron acceder al campo de entrenamiento de Jonelière, en el norte de la ciudad.
Antes de inicio de la práctica, los futbolistas y el entrenador del equipo, el bosnio Vahid Halilhodzic, se acercaron hasta el alambrado que separaba el terreno de juego del sector donde se encontraban los hinchas, que habían sido convocados por la dirigencia del club (solo podían ingresar 300) para compartir "un momento de comunión".
En una emotiva ceremonia, el capitán del equipo, Valentin Rongier, tomó la palabra en nombre de sus compañeros, agradeció la presencia de los simpatizantes y les pidió "que sean solidarios y respeten a la familia que todavía rechaza hacer un duelo y que sigue creyendo".
El mediocampista aclaró que él y sus compañeros no pensaban hacer un minuto de aplausos o de silencio antes del inicio del próximo partido que les tocará disputar (el domingo frente a L'Entente SSG por los 16avos de final de la Copa de Francia). "Porque todavía tenemos esperanzas y hasta que no haya una certeza vamos a respetar a la familia y creer hasta el final", explicó.
Después de una hora y cuarto de entrenamiento, que se desarrolló prácticamente en silencio y ante la mirada del presidente del club, Waldemar Kita, quien se acercó a apoyar a los jugadores, el encargado de enfrentar los micrófonos fue Halilhodzic.
Abatido y con lágrimas en los ojos, el entrenador admitió que la desaparición de Sala era "el momento más difícil" que le había tocado vivir en su vida deportiva. "Es difícil hablar de esto, es un momento terrible, estamos todos en shock. Esto me ha conmovido por completo", admitió.
El DT afirmó que el entrenamiento del jueves había servido para "compartir la emoción y el dolor", aunque reconoció que durante la sesión había habido "lágrimas y tristeza por todas partes". "Nos juntamos y nos dijimos unas palabras que nos pueden fortalecer en este momento tan delicado. Desafortunadamente, la vida continúa", agregó.
Con respecto a su vínculo con Sala, el bosnio aseguró que tenía "una relación muy especial". "Cuando llegué, él estaba con el ánimo muy bajo y hablamos mucho. El día anterior a su partida, tuvimos una conversación bastante larga, en la que me dio las gracias y me dijo que había aprendido mucho de mí. Él confió en mí. Tuvimos conversaciones muy, muy íntimas", contó.
"Llevo muchos años en el fútbol y rara vez vi a alguien tan entrañable, humilde y modesto, un verdadero guerrero que amaba mucho al club. Nunca he escuchado que nadie hablara mal de él, era realmente un chico estupendo", dijo Halilhodzic. "No tengo palabras para expresar mi tristeza. La vida puede ser cruel e injusta. Esto no es normal, él no se merece esto", cerró, entre lágrimas.