El peor momento en la vida de Páez Vilaró
Uno de sus hijos desapareció en el famoso accidente en la Cordillera de los Andes. Su lucha por encontrarlo.
El artista Carlos Páez Vilaró nació el 1° de noviembre de 1923 en Montevideo, Uruguay, aunque sus años siguientes los pasó en Buenos Aires. Su vida estuvo signada por el trabajo y el amor por las artes. En 1972 le tocó vivir uno de los peores momentos, cuando uno de sus hijos desapareció en el famoso accidente en la Cordillera de los Andes.
Sus primeros trabajos fueron en Avellaneda y Barracas, donde se desempeñó primero como obrero en una fábrica de fósforos y luego como aprendiz en una imprenta, hasta que en los '40 regresó a su Uruguay natal.
En su regreso, se involucró con el candombe y la comparsa y comenzó a dibujar, componer y dirigir. La mayoría de sus obras se refieren a la murga uruguaya y a las llamadas.
Hizo cientos de cuadros y sus murales marcaron un estilo único. Como artista, supo codearse con pintores de la talla de Dalí o Picasso.
En sus últimos años, decidió radicarse en Punta Ballena, Punta del Este, donde fundó Casapueblo, su taller con vista al mar en el que expone sus obras.
Tuvo dos esposas y seis hijos Carlos Miguel, Mercedes, Agó (que también se dedica a la pintura), Sebastián, Florencio y Alejandro.
- El momento más difícil
El 12 de octubre de 1972, su hijo Carlos Miguel sufrió un accidente en la Cordillera de los Andes, cuando el avión donde viajaba junto con su equipo de rugby rumbo a Chile se cayó.
En ese momento el artista trabajó incansablemente en las tareas de coordinación para buscar a los pasajeros del avión perdido, ya que la búsqueda oficial se había cerrado: organizó él mismo expediciones, viajes, reclutó voluntarios, consultó videntes, contactó ayuda y se internó sin temor en la cordillera en la búsqueda desesperada por su hijo.
Luego de tres meses y gracias a su trabajo incansable, el avión fue hallado y 16 personas sobrevivieron, entre las que estaba Carlos Miguel.