El paragolpes de Once no funcionaba correctamente
Un informe de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) reveló que el paragolpes contra el cual chocó el tren, no amortiguó el golpe porque no funcionaba bien.
Un informe de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), elaborado apenas unas horas después de la tragedia de Once que dejó 51 muertos, reveló que el paragolpes hidráulico de la estación, contra el cual chocó el tren, no amortiguó el golpe porque no funcionaba correctamente.
En ese informe, conocido hoy, se indica que el paragolpes en cuestión fue "sólo un impedimento estático al avance" del tren, en lugar de amortiguar el impacto.
El trabajo de la CNRT, firmado por el inspector Pedro Pablo Toledo y titulado "Estado de funcionamiento del paragolpes de la estación terminal Once", está incorporado como prueba en el expediente judicial que investiga las causas de la tragedia, según lo señalado por el diario La Nación.
De acuerdo con el informe, cuando el tren 3772, chapa 16, impactó contra la plataforma 2 de la estación de Once no funcionaban las bombas de los paragolpes y, como consecuencia de ello, a éstos no les llegaba agua.
Indicó que además, estaban retraídos, y en cuanto a la instalación eléctrica, no había "tensión de alimentación" para que funcionaran las bombas.
Desde la empresa concesionaria, Trenes de Buenos Aires (TBA) -ahora intervenida- se señaló que el 22 de febrero pasado, el día del accidente, "el paragolpes cumplió la función de amortiguar el impacto y detener la formación no permitiendo que sobrepasara los límites de la vías".
A diferencia de ello, en el informe de la CNRT se señala que el paragolpes llevaba tiempo sin funcionar como estaba previsto.
"Los émbolos del paragolpes, que se encuentran en posición expandido, fueron pintados uniformemente con los cilindros, siendo que en condiciones de funcionar deberían encontrarse con su superficie pulida y lubricada", agrega el documento, presentado el día del choque, nueve horas después, a las 17:26.
"En el caso puntual del paragolpes ubicado en la plataforma N°2, no habría estado en plenas condiciones de funcionamiento al momento de ser embestido, presentando sólo un impedimento estático al avance, en lugar de uno amortiguado hidráulicamente", se señaló en el informe conocido hoy.
También se indicó que el maquinista Marcos Córdoba, que conducía el tren que chocó, dijo que el paragolpes no andaba y relató que se rompió como consecuencia del impacto.
En su declaración indagatoria ante el juez Claudio Bonadio, afirmó: "Quiero dejar sentado que luego del choque observé que los cilindros del paragolpes se encontraban partidos. Por lo que yo tenía entendido, el parachoque es hidráulico y cumple la función de amortiguar el golpe y llevar la formación hacia atrás, lo cual no sucedió en el accidente".
En ese informe, conocido hoy, se indica que el paragolpes en cuestión fue "sólo un impedimento estático al avance" del tren, en lugar de amortiguar el impacto.
El trabajo de la CNRT, firmado por el inspector Pedro Pablo Toledo y titulado "Estado de funcionamiento del paragolpes de la estación terminal Once", está incorporado como prueba en el expediente judicial que investiga las causas de la tragedia, según lo señalado por el diario La Nación.
De acuerdo con el informe, cuando el tren 3772, chapa 16, impactó contra la plataforma 2 de la estación de Once no funcionaban las bombas de los paragolpes y, como consecuencia de ello, a éstos no les llegaba agua.
Indicó que además, estaban retraídos, y en cuanto a la instalación eléctrica, no había "tensión de alimentación" para que funcionaran las bombas.
Desde la empresa concesionaria, Trenes de Buenos Aires (TBA) -ahora intervenida- se señaló que el 22 de febrero pasado, el día del accidente, "el paragolpes cumplió la función de amortiguar el impacto y detener la formación no permitiendo que sobrepasara los límites de la vías".
A diferencia de ello, en el informe de la CNRT se señala que el paragolpes llevaba tiempo sin funcionar como estaba previsto.
"Los émbolos del paragolpes, que se encuentran en posición expandido, fueron pintados uniformemente con los cilindros, siendo que en condiciones de funcionar deberían encontrarse con su superficie pulida y lubricada", agrega el documento, presentado el día del choque, nueve horas después, a las 17:26.
"En el caso puntual del paragolpes ubicado en la plataforma N°2, no habría estado en plenas condiciones de funcionamiento al momento de ser embestido, presentando sólo un impedimento estático al avance, en lugar de uno amortiguado hidráulicamente", se señaló en el informe conocido hoy.
También se indicó que el maquinista Marcos Córdoba, que conducía el tren que chocó, dijo que el paragolpes no andaba y relató que se rompió como consecuencia del impacto.
En su declaración indagatoria ante el juez Claudio Bonadio, afirmó: "Quiero dejar sentado que luego del choque observé que los cilindros del paragolpes se encontraban partidos. Por lo que yo tenía entendido, el parachoque es hidráulico y cumple la función de amortiguar el golpe y llevar la formación hacia atrás, lo cual no sucedió en el accidente".