El papa Francisco y el líder ortodoxo Bartolomé I se unen contra persecución a cristianos
Ambos referentes religiosos solicitaron de forma internacional que se intervenga para que no haya más violencia contra los cristianos en Oriente Medio.
El papa Francisco y el patriarca ortodoxo Bartolomé I pidieron hoy a la comunidad internacional que "dé una respuesta apropiada" a los ataques contra cristianos en países de Oriente Medio.
Ambos protestaron por lo que denominaron "un Oriente Medio sin cristianos" en alusión a la violencia cometida contra los fieles de esa religión en conflictos en países del área.
"No podemos resignarnos a un Oriente Medio sin cristianos, que han profesado el nombre de Jesús allí durante 2.000 años", dijeron ambos líderes religiosos en una declaración conjunta que firmaron en Estambul, según reproduce la agencia EFE.
Los dos manifestaron en concreto su preocupación por los sucesos de violencia contra cristianos "en Irak, Siria y en todo el Oriente Medio".
Y dijeron: "muchos de nuestros hermanos y hermanas están siendo perseguidos y han sido expulsados con violencia de sus hogares. Parece incluso que se ha perdido el valor de la vida humana, que la persona humana ya no importa y que puede sacrificarse a otros intereses".
"Y, de manera trágica, todo esto choca con la indiferencia de muchos", aseguraron el Papa y el patriarca.
Exigieron por lo tanto que la comunidad internacional dé "una respuesta apropiada" para acabar con "la terrible situación de los cristianos y de todos los que sufren en Oriente Medio".
La firma de la declaración se produjo después de que ambos bendijeran a los fieles desde el balcón del Palacio Patriarcal tras asistir a la divina liturgia en la catedral ortodoxa de San Jorge, a la que fue invitado el papa argentino.
Durante la ceremonia ambos pronunciaron sendos discursos en los que apoyaron la unidad entre católicos y ortodoxos y el Papa dijo que la iglesia católica "no impondrá exigencias" para que aquella se produzca.
Jorge Bergoglio recordó que no era la primera vez que asistía a una divina liturgia ortodoxa puesto que lo hizo siendo arzobispo de Buenos Aires, pero dijo que la oportunidad de hacerlo hoy en Estambul era una "gracia singular" de Dios.