El papa Francisco visitó el campo de concentración nazi de Auschwitz
En silencio, el Papa atravesó la famosa entrada de hierro forjado y fue recibido por el director del museo. Se reunirá con sobrevivientes del holocausto.
El papa Francisco llegó esta mañana al campo de concentración nazi de Auschwitz y atravesó su entrada bajo la inscripción en hierro forjado "Arbeit macht frei" (El trabajo los hace libres) para comenzar su recorrido silencioso por el lugar donde fueron exterminados más de un millón de personas.
A su llegada, a las 9.19 horas (4.17 hora argentina) fue recibido por el director del museo del campo y después se trasladó en un pequeño coche eléctrico al bloque 11, donde se encuentran las celdas subterráneas en las que se encerraban a los prisioneros para que murieran de hambre y sed.
Su santidad encontró con diez sobrevivientes de estos campos y con 25 de los "Justos de las naciones", las personas que contribuyeron de alguna manera a oponerse al holocausto o salvar judíos.
El obispo de Roma recorrerá los lugares que recuerdan a San Maximiliano Kolbe, el sacerdote polaco que murió en Auschwitz al ofrecerse a cambio de otra persona.
Francisco pidió poder orar solo en la celda donde el santo polaco fue encerrado para que muriera de hambre, y justo hoy se recuerda los 75 años en los que Kolbe fue condenado a morir.
Por la tarde visitará el hospital pediátrico de Prokocim, uno de los más importantes del país y donde podrá saludar a unos 50 niños que se encuentran hospitalizados.
En esta tercera jornada de su viaje a Polonia, que concluirá el domingo, asistirá en la explanada de Blonia al Vía Crucis organizado con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud y dirigirá unas palabras a los jóvenes