El papa Francisco celebra San Valentín junto a más de 20 mil parejas de todo el mundo
Se trata de jóvenes que decidieron casarse en los próximos meses. El evento comienza a las 11 (hora de Roma) en la plaza San Pedro.
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Más de 20 mil novios procedentes de 28 países se reunirán el viernes 14 de febrero en la plaza San Pedro para escuchar al papa Francisco en el día de San Valentín.
Se trata de jóvenes que decidieron casarse en los próximos meses. El evento, promovido por el Pontificio Consejo para la Familia, comenzará a las 11 (hora de Roma) y será coronado por el diálogo de los novios con el Papa, que responderá a las preguntas de tres parejas.
También será leída una nueva plegaria, expresamente escrita para este acontecimiento.
Para monseñor Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, "el éxito numérico de la iniciativa, absolutamente imprevisible hace sólo tres semanas, muestra que hay jóvenes contra la corriente que desean que su amor dure para siempre y sea bendecido por Dios, incluso si el mundo en el que viven no cree que los vínculos duren eternamente y que está bien que cada uno piense en sí mismo".
"Hay un deseo profundo de edificar una familia, de afrontar juntos el futuro en un mundo en el cual a menudo se cree que es imposible, demasiado difícil o que hay que casarse cuando todos los problemas están resueltos, perdiendo por lo tanto ese sueño de construir juntos un futuro para sí y para los hijos", dijo Paglia a Radio Vaticano.
Según el responsable vaticano para la Familia, la atención de la Iglesia hacia los novios, mediante los cursos prematrimoniales, significa que "es preciso perfeccionarlos, es preciso además sobre todo acompañarlos después de la celebración del matrimonio".
"Pero no hay duda de que en un mundo considerado líquido -líquido quiere decir que los sentimientos van y vienen, porque al final son sentimientos egocéntricos- el amor significa construcción, significa pasión común, también significa trabajo", explicó.
"Por ello es importante que la Iglesia preste atención a este momento de la vida, porque es el momento en que se ponen los cimientos: y si una casa tiene buenos cimientos resiste las inclemencias del tiempo que inevitablemente se darán en el curso de los años", agregó.
También la reunión con los novios, en particular en San Valentín, con la idea de dar una connotación menos consumista a la fiesta, es una novedad en este sentido.
"Un programa de cómo vivir el tiempo del noviazgo -concluyó- para fundar la casa sobre la roca del amor, que todos están invitados obviamente a edificar, a construir".
Más de 20 mil novios procedentes de 28 países se reunirán el viernes 14 de febrero en la plaza San Pedro para escuchar al papa Francisco en el día de San Valentín.
Se trata de jóvenes que decidieron casarse en los próximos meses. El evento, promovido por el Pontificio Consejo para la Familia, comenzará a las 11 (hora de Roma) y será coronado por el diálogo de los novios con el Papa, que responderá a las preguntas de tres parejas.
También será leída una nueva plegaria, expresamente escrita para este acontecimiento.
Para monseñor Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, "el éxito numérico de la iniciativa, absolutamente imprevisible hace sólo tres semanas, muestra que hay jóvenes contra la corriente que desean que su amor dure para siempre y sea bendecido por Dios, incluso si el mundo en el que viven no cree que los vínculos duren eternamente y que está bien que cada uno piense en sí mismo".
"Hay un deseo profundo de edificar una familia, de afrontar juntos el futuro en un mundo en el cual a menudo se cree que es imposible, demasiado difícil o que hay que casarse cuando todos los problemas están resueltos, perdiendo por lo tanto ese sueño de construir juntos un futuro para sí y para los hijos", dijo Paglia a Radio Vaticano.
Según el responsable vaticano para la Familia, la atención de la Iglesia hacia los novios, mediante los cursos prematrimoniales, significa que "es preciso perfeccionarlos, es preciso además sobre todo acompañarlos después de la celebración del matrimonio".
"Pero no hay duda de que en un mundo considerado líquido -líquido quiere decir que los sentimientos van y vienen, porque al final son sentimientos egocéntricos- el amor significa construcción, significa pasión común, también significa trabajo", explicó.
"Por ello es importante que la Iglesia preste atención a este momento de la vida, porque es el momento en que se ponen los cimientos: y si una casa tiene buenos cimientos resiste las inclemencias del tiempo que inevitablemente se darán en el curso de los años", agregó.
También la reunión con los novios, en particular en San Valentín, con la idea de dar una connotación menos consumista a la fiesta, es una novedad en este sentido.
"Un programa de cómo vivir el tiempo del noviazgo -concluyó- para fundar la casa sobre la roca del amor, que todos están invitados obviamente a edificar, a construir".