Policiales
El papá de Guadalupe puso en duda que la calza encontrada por la policía sea de su hija
Eric Lucero aseguró que estos nuevos rastrillajes son como “volver a vivir todo de nuevo”. La ropa que encontraron cerca de un arroyo a metros de su casa es pequeña pero falta que la vea la mamá.
Una calza rosa, similar a la que tenía Guadalupe Lucero de 6 años al momento de su desaparición, y restos óseos son los resultados del nuevo peritaje en la zona en la que se la vio por última vez hace 10 meses.
“Esto es como volver a revivir todo de nuevo. El minuto a minuto es difícil, se vive con angustia e incertidumbre”, expresó Eric, el papá de la nena.
Respecto a los nuevos rastrillajes, indicó: “Yo creo y tengo buenas expectativas de que de acá surja algo bueno. Esperemos qué pasa, si encuentran algo más que nos lleve al paradero de mi hija”.
“Si bien el color de la calza está deteriorado, tiene algunas similitudes con alguna prenda de vestir que mi hija tenía. Pero en el momento en el que desaparece, quien la vistió fue la mamá y nadie más que ella va a saber cómo estaba vestida”, dijo el padre sobre lo que se encontró este miércoles. También aseguró que, aunque no estaba seguro, el “largor (sic) de la calza” no parece coincidir con el de Guadalupe. “Es mucho más pequeña”, aseguró.
Los 400 efectivos de la Policía Federal y Gendarmería que arribaron a la zona para rastrillar las 60 hectáreas de descampado, generaron una gran desconfianza por parte de la población: luego de diez meses, todo parece volver al punto de partida y el accionar de la Justicia está muy cuestionado.
Desde la desaparición, el 14 de junio de 2021, no hubo pistas firmes sobre el paradero de la menor y se barajaron varias hipótesis en medio de un fuerte hermetismo: desde un secuestro extorsivo hasta un caso de trata de personas, robo de menores y venganza contra la familia, pero ninguna avanzó de manera concreta.
Fue la intervención de la Justicia Federal la que dio pie a este nuevo peritaje. La desconfianza de la gente no estaba tan desacertada: para la propia Justicia hubo falencias, errores en la investigación que no permiten descartar la teoría del accidente. Y el terreno, una vez más, fue puesto bajo la lupa.
La imagen, los funcionarios leyendo de nuevo el expediente, deja el concepto de que extendieron mucho en distancia el rastrillaje, fueron a toda la provincia, a todos los diques, se preocuparon más en la extensión que en la calidad del operativo. Esa es la conclusión de la propia Justicia.
Pero para seguir con la investigación y apuntar a otras teorías, hay que descartar que haya sido un accidente y las anteriores averiguaciones no logran despejar esta duda.
¿En qué fallaron las primeras investigaciones?
En la relectura del expediente surge la duda ante los testimonios en cámara Gesell de los testigos presenciales: niños que jugaban con Guadalupe cuando desapareció. Pero sobre todo se resalta la mención a una situación en particular.
La nena desaparecida estaba jugando a las escondidas con su prima y otros chiquitos la tarde del 14 de junio del año pasado cuando nunca más se supo de ella. La palabra de estos niños fue la clave para las nuevas pericias.
Ellos contaron sobre la “nena monstruo”. Más precisamente es Emma, de 3 años, quien habló de esta chica. En su testimonio relató que Guadalupe estuvo con la “nena monstruo” y que se fue de la mano ella.
Otro relato, de un menor también, apunta a la misma teoría. Fue en base a esto, que en esta nueva búsqueda, descubren que la nena señalada podría ser una adolescente que presentaría retraso madurativo.
En el expediente, esa es la nena que llega a su casa con pasto, con tierra, con barro en la cabeza, en la espalda y en el pecho, se tira en el piso y dice algo de Guadalupe pero la cámara Gesell no logra avanzar en el relato de esta adolescente.
Este es un puntapié que da indicios a la teoría del accidente, aunque hay abanico de posibilidades en lo que pudo pasar respecto al cuerpo.
En la mañana de este miércoles, una prenda de vestir deteriorada, similar a la que llevaba Guadalupe el día de su desaparición, encendió las alarmas y aún resta saber si pertenecía a la pequeña
Se refuerza la desconfianza en la gente. Para los vecinos de la zona, el nuevo operativo deja en evidencia la forma de actuar de la policía que investiga el caso.
Si bien hay quienes consideran que puede haber resultados en la nueva búsqueda, ven todo muy manchado y hay una gran parte que considera que todo este movimiento se debe a que dentro de poco se cumple un año de la desaparición de la menor y no hay pistas de ella.
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