El padrino de Leo Fariña y Schoklender, figura clave en el futuro de Obama
Hasta los 90, los cubanos anticastristas (“gusanos”) eran el voto decisivo en la Florida para elegir Presidente de EEUU. Ahora quienes deciden son los latinos, y ahí opera un argentino clave vinculado a Schoklender y Leo Fariña. Por Boimvaser.
Por Jorge D. Boimvaser
info@boimvaser.com.ar
La demagogia en política no es sólo patrimonio nacional. Si viste el discurso de Barak Obama hablando en español para la comunidad latina de cara a las elecciones de EEUU te habrás dado cuenta que sus promesas de campaña a favor de la inmensa comunidad latina tiende, obvio, a captar su voto tan necesario para definir su re elección.
En mayo pasado, DiarioVeloz.com te contó en esta misma sección un informe que en su momento parecía tan estrafalario como cuando escribimos hace dos meses que se venía un grave conflicto salarial en Prefectura y Gendarmería. Claro, era impensado suponer algo así y siempre corremos el riesgo que nos califiquen de delirantes o embaucadores antes que tener una noticia y no darla por temor a quedar desubicados.
¿Qué dijimos en mayo? Que una parte de los fondos de "Sueños Compartidos" (dinero del Estado) habían sido destinados a la reconstrucción de Haití, Panamá y algo a Venezuela.
El operador de esta maniobra que Norberto Oyarbide nunca quiso investigar, se llama Carlos J. Molinari, titular entre otras de la firma "Real Estate Investmerts S.A" (Av. Libertador 5926, 2do piso, en Baires) y otras empresas similares en Miami), dedicado al negocio de los fideicomisos destinado al mercado inmobiliario.
Molinari financió con mucho dinero al caudillo convertido en aristócrata Mario Ischii (entonces intendente de una localidad como José C. Paz que detenta un nivel de empobrecimiento calamitoso), y fue su compañero de fórmula cuando Ischii quiso pelearle la interna a Scioli para la candidatura a gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Para acompañarlo en la fórmula, Molinari desembolsó algo así como 6 millones de pesos para publicidad y costos proselitistas
Por ahí (Google) circula la foto de Carlos J. Molinari abrazado al Presidente Obama. Bien, te preguntas que tiene en común estas cosas.
La respuesta. Carlos J. Molinari participa en el liderazgo de una asociación de latinos en La Florida que brega por la continuidad de Obama en la Casa Blanca.
Son muchos, millones de latinos, y Obama se congracia con ellos dándoles tareas efectivas que representan mucho dinero. Nada se hace por amor a la causa, eso es cosa del pasado.
Por ejemplo, la reconstrucción de la Haití devastada por los terremotos. Hubo no menos de 4000 millones de dólares que EEUU destino a levantar viviendas de emergencia, y unos 400 millones de dólares fueron manejados por las firmas constructoras que preside Molinari. Y ahí también fueron esos fondos de "Sueños Compartidos", pues el dinero que viene de afuera después el Tesoro norteamericano lo devuelve con intereses. Las viviendas de "Sueños Compartidos" son las que se levantan en pocas horas, se arman en base a paneles ya construidos que se ensamblan allí donde se precisan.
En estas operaciones Sergio Schoklender nunca usaba su nombre original, sino el de su ex mujer, era el Dr. Sala y así pasaba desapercibido.
Desde los 60 a los 90, los sucesivos gobiernos republicanos hicieron lo mismo (con la comunidad cubana) que hoy hacen los demócratas favoreciendo a las empresas de latinos a cambio que ellos hagan "lobby" a favor de su candidato.
Un personaje oscuro del anticastrismo, Jorge Mas Canosa, tuvo patente de corso en Miami durante los gobiernos de republicanos y demócratas en la medida que influenciase con la comunidad cubana de Miami y adyacencias.
Su representante en la Argentina fue José Luis Manzano y por ese medio Mas Canosa hizo negocios nunca aclarados con el gobierno de Carlos Menem. Como segunda de Manzano actuaba Adelina Dalessio de Viola, quien quiso pasar por encima de Manzano para quedarse con la mejor porción de la torta, pero fue detectada y echada de los "gusanos" locales. Lo último que se sabe es que Adelina se encuentra recluida en Córdoba muy enferma.
Ahora ocurre algo igual con Molinari pero a la inversa. Su influencia en la comunidad latina es tan grande que le conceden operaciones multimillonarias como la referida en Haití. Obama cuenta con esos votos para las próximas elecciones, veremos si su promesa de legalizar a los clandestinos si triunfa es similar a aquella del retiro inmediato de las tropas yankys de Afganistán o la de desactivar la Base en Guantánamo, donde se siguen infringiendo los derechos humanos de quienes son llevados detenidos al predio en Cuba.
Martín Molinari (el hijo de Carlos J.), es un amigo de la infancia de Leonardo Fariña. En el ambiente de las "gatubelas VIP" se lo quiere demasiado a Martincito, pues solía hacer tours en jets privados a Punta del Este donde se organizaban esas fiestas bacanales que duran un par de días. Son las llamadas "fiestas blancas", en las cuáles nada falta.
Cuando la AFIP quiso averiguar de dónde provenía el ostentoso modo de vida de Leonardo Fariña, incluso su Ferrari (que se la vendió a Miguel Ángel Lamparelli, investigado por la justicia en donde nos dicen que sus horas en libertad están contadas), quien se hizo cargo ante Ricardo Etchegaray de los bienes del joven (¿ex?) marido de Karina Jelinek fue precisamente el padre de Martin, Carlos J. Molinari.
Fuentes judiciales aseguran a Diarioveloz.com que Lamparelli es a su vez testaferro del narco colombiano Luis Caicedo Valendia, alias "Don Lucho", arrestado hace dos años en las cercanías del shopping Alto Palermo.
Carlos J. Molinari no es ajeno a ese mundillo de personajes cuyos fondos provienen de dudosas procedencias, por eso su participación al lado de Carlos Ischii intentó ganarse un lugarcito cálido en la influencia kirchnerista. Si viene algún chaparrón de investigaciones sobre su figura, ya tiene paraguas para guarecerse.
Es en Miami donde pisa fuerte el padrino virtual de Schoklender y Leonardo Fariña.
info@boimvaser.com.ar
La demagogia en política no es sólo patrimonio nacional. Si viste el discurso de Barak Obama hablando en español para la comunidad latina de cara a las elecciones de EEUU te habrás dado cuenta que sus promesas de campaña a favor de la inmensa comunidad latina tiende, obvio, a captar su voto tan necesario para definir su re elección.
En mayo pasado, DiarioVeloz.com te contó en esta misma sección un informe que en su momento parecía tan estrafalario como cuando escribimos hace dos meses que se venía un grave conflicto salarial en Prefectura y Gendarmería. Claro, era impensado suponer algo así y siempre corremos el riesgo que nos califiquen de delirantes o embaucadores antes que tener una noticia y no darla por temor a quedar desubicados.
¿Qué dijimos en mayo? Que una parte de los fondos de "Sueños Compartidos" (dinero del Estado) habían sido destinados a la reconstrucción de Haití, Panamá y algo a Venezuela.
El operador de esta maniobra que Norberto Oyarbide nunca quiso investigar, se llama Carlos J. Molinari, titular entre otras de la firma "Real Estate Investmerts S.A" (Av. Libertador 5926, 2do piso, en Baires) y otras empresas similares en Miami), dedicado al negocio de los fideicomisos destinado al mercado inmobiliario.
Molinari financió con mucho dinero al caudillo convertido en aristócrata Mario Ischii (entonces intendente de una localidad como José C. Paz que detenta un nivel de empobrecimiento calamitoso), y fue su compañero de fórmula cuando Ischii quiso pelearle la interna a Scioli para la candidatura a gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Para acompañarlo en la fórmula, Molinari desembolsó algo así como 6 millones de pesos para publicidad y costos proselitistas
Por ahí (Google) circula la foto de Carlos J. Molinari abrazado al Presidente Obama. Bien, te preguntas que tiene en común estas cosas.
La respuesta. Carlos J. Molinari participa en el liderazgo de una asociación de latinos en La Florida que brega por la continuidad de Obama en la Casa Blanca.
Son muchos, millones de latinos, y Obama se congracia con ellos dándoles tareas efectivas que representan mucho dinero. Nada se hace por amor a la causa, eso es cosa del pasado.
Por ejemplo, la reconstrucción de la Haití devastada por los terremotos. Hubo no menos de 4000 millones de dólares que EEUU destino a levantar viviendas de emergencia, y unos 400 millones de dólares fueron manejados por las firmas constructoras que preside Molinari. Y ahí también fueron esos fondos de "Sueños Compartidos", pues el dinero que viene de afuera después el Tesoro norteamericano lo devuelve con intereses. Las viviendas de "Sueños Compartidos" son las que se levantan en pocas horas, se arman en base a paneles ya construidos que se ensamblan allí donde se precisan.
En estas operaciones Sergio Schoklender nunca usaba su nombre original, sino el de su ex mujer, era el Dr. Sala y así pasaba desapercibido.
Desde los 60 a los 90, los sucesivos gobiernos republicanos hicieron lo mismo (con la comunidad cubana) que hoy hacen los demócratas favoreciendo a las empresas de latinos a cambio que ellos hagan "lobby" a favor de su candidato.
Un personaje oscuro del anticastrismo, Jorge Mas Canosa, tuvo patente de corso en Miami durante los gobiernos de republicanos y demócratas en la medida que influenciase con la comunidad cubana de Miami y adyacencias.
Su representante en la Argentina fue José Luis Manzano y por ese medio Mas Canosa hizo negocios nunca aclarados con el gobierno de Carlos Menem. Como segunda de Manzano actuaba Adelina Dalessio de Viola, quien quiso pasar por encima de Manzano para quedarse con la mejor porción de la torta, pero fue detectada y echada de los "gusanos" locales. Lo último que se sabe es que Adelina se encuentra recluida en Córdoba muy enferma.
Ahora ocurre algo igual con Molinari pero a la inversa. Su influencia en la comunidad latina es tan grande que le conceden operaciones multimillonarias como la referida en Haití. Obama cuenta con esos votos para las próximas elecciones, veremos si su promesa de legalizar a los clandestinos si triunfa es similar a aquella del retiro inmediato de las tropas yankys de Afganistán o la de desactivar la Base en Guantánamo, donde se siguen infringiendo los derechos humanos de quienes son llevados detenidos al predio en Cuba.
Martín Molinari (el hijo de Carlos J.), es un amigo de la infancia de Leonardo Fariña. En el ambiente de las "gatubelas VIP" se lo quiere demasiado a Martincito, pues solía hacer tours en jets privados a Punta del Este donde se organizaban esas fiestas bacanales que duran un par de días. Son las llamadas "fiestas blancas", en las cuáles nada falta.
Cuando la AFIP quiso averiguar de dónde provenía el ostentoso modo de vida de Leonardo Fariña, incluso su Ferrari (que se la vendió a Miguel Ángel Lamparelli, investigado por la justicia en donde nos dicen que sus horas en libertad están contadas), quien se hizo cargo ante Ricardo Etchegaray de los bienes del joven (¿ex?) marido de Karina Jelinek fue precisamente el padre de Martin, Carlos J. Molinari.
Fuentes judiciales aseguran a Diarioveloz.com que Lamparelli es a su vez testaferro del narco colombiano Luis Caicedo Valendia, alias "Don Lucho", arrestado hace dos años en las cercanías del shopping Alto Palermo.
Carlos J. Molinari no es ajeno a ese mundillo de personajes cuyos fondos provienen de dudosas procedencias, por eso su participación al lado de Carlos Ischii intentó ganarse un lugarcito cálido en la influencia kirchnerista. Si viene algún chaparrón de investigaciones sobre su figura, ya tiene paraguas para guarecerse.
Es en Miami donde pisa fuerte el padrino virtual de Schoklender y Leonardo Fariña.