El otro Schoklender
* Por Mariel Fitz Patrick y Diego Leuco. Intimidad de la pelea y los negocios que lo enfrentan a su hermano. Revelaciones del extraño vínculo de amor-odio.
El pánico a volver a la cárcel y los argumentos con los que podría acusar a Sergio de insania. Retrato de un hombre que se escuda en las sombras.
revelación. La foto que termina con el anonimato de los últimos años que le permitió llevar una vida casi normal desde que estalló el escándalo.
Hasta la publicación de su foto en esta edición de NOTICIAS, el bien más preciado de Pablo Schoklender era que su rostro fuera casi desconocido y que solo circularan escasas imágenes de él de su juventud. Uno de los principales imputados, junto a su hermano Sergio, en la causa por la presunta malversación de fondos públicos destinados a las Madres, se amparó en su virtual anonimato para llevar una vida prácticamente normal desde que estalló el escándalo. De perfil bajo –en contraste con el protagonismo de su hermano mayor al frente de la Fundación– siguió las novedades de la causa judicial en silencio, mientras rumiaba su bronca hacia Sergio.
Lo cree el culpable de que ahora enfrente la posibilidad –cierta– de volver a la cárcel y no esconde el recelo que le despierta ese hermano mayor en el que siempre se amparó y que, según les dijo a sus íntimos, lo "volvió a cagar".