El negocio del Superclásico: la reventa y trapitos los máximos beneficiados
Los trapitos cobran $ 100 por auto y los revendedores piden $ 5000 por entrada para el partido entre River y Boca: negocio millonario.
El fútbol es un negocio cada vez más lucrativo para muchas personas que no tienen nada que ver con el deporte. La mafia de los trapitos y de los revendedores de entradas son los principales beneficiarios del Superclásico entre River y Boca, en un negocio millonario.
Las entradas ya se vendían en los sitios web de compra-venta antes de que las entradas estén en la boletería de River. Las populares se revendían en 2800 pesos y las entradas más caras se conseguían a 15 mil pesos. Las plateas, ayer estaban entre 4 mil y 8 mil pesos, ya subieron el mínimo a cinco mil.
La reventa ya es un negocio común pero ilegal, pero que se puede esperar si el mismo presidente de la AFA revendía entradas en el Mundial de Brasil...
Los trapitos son el otro negocio involucrado. La barra se encarga de manipular este negocio ilegal y tan polémico en la sociedad. Los "cuida-coches" tienen una zona de operación cada vez más grande. Para el Superclásico se espera que ocupen la zona que comprende desde Cabildo, Juramento, Lugones, Ciudad Universitaria, Del Libertador hasta casi la General Paz.
Se calcula que entrarán 18 mil autos a la zona de influencia de la cancha, de los cuales quedarán se espera que queden 10 mil en la zona de trapitos, que cobran $ 100 por coche. El dinero queda íntegramente para la barra brava, que también controla los puestos de comida rápida dentro y en las cercanías del estadio, en un negocio mafioso y millonario para gente que no tiene nada que ver con el fútbol.
Las entradas ya se vendían en los sitios web de compra-venta antes de que las entradas estén en la boletería de River. Las populares se revendían en 2800 pesos y las entradas más caras se conseguían a 15 mil pesos. Las plateas, ayer estaban entre 4 mil y 8 mil pesos, ya subieron el mínimo a cinco mil.
La reventa ya es un negocio común pero ilegal, pero que se puede esperar si el mismo presidente de la AFA revendía entradas en el Mundial de Brasil...
Los trapitos son el otro negocio involucrado. La barra se encarga de manipular este negocio ilegal y tan polémico en la sociedad. Los "cuida-coches" tienen una zona de operación cada vez más grande. Para el Superclásico se espera que ocupen la zona que comprende desde Cabildo, Juramento, Lugones, Ciudad Universitaria, Del Libertador hasta casi la General Paz.
Se calcula que entrarán 18 mil autos a la zona de influencia de la cancha, de los cuales quedarán se espera que queden 10 mil en la zona de trapitos, que cobran $ 100 por coche. El dinero queda íntegramente para la barra brava, que también controla los puestos de comida rápida dentro y en las cercanías del estadio, en un negocio mafioso y millonario para gente que no tiene nada que ver con el fútbol.