El narco que tenía más de 20 autos deportivos y cobraba un subsidio de la Anses
El "Gordo" Saucedo está acusado de liderar una banda que trafica marihuana en el Litoral. Recibía cheques del Estado.
La fiscalía federal a cargo de Flavio Ferrini y Carlos Schaeffer, y la Procuraduría contra el Narcotráfico (Procunar), encabezada por Diego Iglesias, pidieron el "embargo preventivo con fines de decomiso" de 23 vehículos adjudicados a Saucedo -que hoy está prófugo, con pedido de captura internacional- y a Mariela Terán, hija del intendente de Itatí, y su pareja Ricardo Piris, que fueron detenidos la semana pasada. Piris también percibía la AUH, cuenta La Nación.
En el listado de vehículos secuestrados durante los allanamientos que realizó la Gendarmería figuran dos Mercedes Benz (modelos Sprinter y Compressor), un BMW 116I, tres Ford Ranger y cinco Toyota Hilux, entre otros.
Se sospecha que gran parte del parque automotor era utilizado por esta banda para trasladar la marihuana a Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Mendoza, Santiago del Estero y Chaco.
Figuran, además, recurrentes viajes de Saucedo y Piris a Paraguay, donde -según surge de las escuchas que figuran en la causa- se reunirían allí con los proveedores de ese país, que es el principal productor de cannabis de América del Sur.
En una ciudad de 7900 habitantes como Itatí, situada a 70 kilómetros de la capital correntina, es difícil que no se destaque alguien que tiene 23 autos, muchos de ellos importados y de gran valor.
Cuando los investigadores de la Gendarmería fueron a realizar tareas de campo a Itatí los sorprendió semejante parque automotor en un pueblo donde no hay un desarrollo económico importante.
Además de la flota de autos, Saucedo adquirió en los últimos años tres propiedades importantes, una de ellas en la avenida Costanera, de Itatí, a unos metros de la Aduana. Tres de los autos de la organización fueron comprados en Rosario, donde vive otro de los prófugos, Cirilo Saucedo, hermano de Luis, presunto encargado de tejer relaciones con bandas locales, como la de los Monos.
El recorrido de las transacciones para la compra de esos vehículos aporta a la Justicia indicios de las relaciones con los compradores de drogas. Se presume que algunos pagos se hacían con vehículos.
Es el caso de un BMW (dominio HHO-768) en el que Saucedo fue "demorado" el 13 de marzo de 2014 de manera inesperada por la Policía de Corrientes, mientras un grupo de prefectos lo perseguía por la ruta nacional N°12.
Según el Centro Informático Policial, el vehículo estaba a nombre de Verónica Lemmi y había sido anotado en el Registro del Automotor N°6 de Rosario. La Justicia federal citó a esta joven, que confirmó que ese auto "nunca" estuvo en su poder, y contó que figuraba como titular del rodado porque le había hecho "un favor" al titular de la agencia de autos Montana, de Rosario.
Saucedo, como ocurrió en otros casos ligados al narcotráfico que están ahora bajo la lupa, se presentó a reclamar la devolución del auto. La delegación de Inteligencia Criminal de la Prefectura obtuvo en Rosario una copia del boleto de compraventa.
La sorpresa fue que el auto figuraba a nombre de Elías Javier Sánchez, conocido como "el Patrón", proveedor de marihuana de la banda Los Monos que, tras escaparse antes de un juicio en su contra -estaba en prisión domiciliaria-, fue detenido en noviembre pasado. Sánchez intercambiaba cannabis por cocaína en Rosario.
El Patrón fue recapturado cerca de la casa de su novia, mientras que tres cómplices suyos, todos rosarinos, fueron apresados con 50 kilos de marihuana en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, por orden del juez federal de Campana Adrián González Charvay. El cargamento debía llegar a Rosario.
Sánchez enfrenta, además de las causas en Corrientes y en Campana, otra en Rosario, en la que los principales procesados son los miembros de la banda de los Monos.
Según las investigaciones, los Monos pagaban la marihuana que provenía de Paraguay y que les vendía Sánchez con autos de alta gama y también con cocaína. Incluso, según el expediente, los Monos "capacitaron" a los correntinos para adulterar ("estirar", en la jerga) la cocaína y ganar mayor volumen.
El Patrón correntino tenía pedido de captura nacional e internacional cuando los policías de esa provincia comprobaron que se había fugado de su casa. Alegando que debía cuidar a su hijo, que sufre una enfermedad grave, Sánchez pidió la prisión domiciliaria cuando fue detenido en 2013. La hipótesis que maneja el fiscal Carlos Schaefer es que Sánchez usaba como pantalla la enfermedad de su hijo para seguir con el manejo de la venta de drogas.