El mundo Pyme está que trina: el mensaje de Alberto y la caminata de una hora

Luciano Fryszberg

Jefe de Redacción - @Luchofry

Terminados los anuncios de Alberto Fernández extendiendo la cuarentena, el teléfono no dejó de sonar. Eran mensajes de cientos de dueños de Pymes que enloquecieron por la falta de una apertura para que puedan volver a operar. Resulta imposible pronosticar cómo será la salida para las Pymes luego de esta pandemia por Coronavirus. Sí es cierto que, la que sobreviva, se encontrará gravemente afectada tanto económica como financieramente. Pero hablemos de hoy porque no tenemos certezas de una salida. En esta nota le damos “voz” a quienes día a día están sin respuesta: los dueños Pymes.

“Tengo la empresa a punto de quebrar y el mensaje del Presidente es que nos habilita a boludear una hora. No aguantamos más. Las medidas adoptadas por el Gobierno hasta el momento fueron un alivio, pero la agonía continuará. La cadena de pagos se rompió, el dólar blue se disparó, de $84.75 hasta tocar los $120, y con esto un desmedido aumento de insumos y falta de precios de referencia. Ya no sé qué decirles a mis 10 empleados. Mi prioridad es pagar sueldos peor no tengo cómo pagarle”, me cuenta un dueño Pyme de Capital Federal.

“El pago del costo del alquiler de un local, sin poder abrir las persianas, me lleva directo a la quiebra. La “ayuda” del Gobierno con los prestamos no alcanza. Encima nos dan mil vueltas. Tienen que hacerlo más ágil”, sostiene otra fuente Pyme de zona norte de la provincia de Buenos Aires.

“Soy dueña de una Pyme que se está fundiendo. Si la gente puede salir a boludear a la calle sin control: por qué no pueden empezar a trabajar nuestras pymes con controles y turnos rotativos”, afirma dueña de una peluquería de Caballito.

“La cantidad de cheques rechazados sigue siendo el termómetro que indica que la cadena de pago está rota. Podrá Alberto hablar con mis empleados que me llaman llorando todos los días para ver cuándo volvemos a trabajar”, me dice una mujer que hace 20 años tiene una fábrica de calzados.

Desde CAME (Confederación Argentina de la media empresa) sostienen que “sólo en marzo, por el inicio de la cuarentena, las ventas en supermercados subieron 23%, mientras que los comercios pymes las pérdidas ascienden los $120.000 millones, con rubros terriblemente afectados, como kioscos y librerías, ligados a la actividad educativa, tiendas de cotillón y regalos, indumentaria, calzado, bares, restaurantes, clubes, decoración, joyería, jugueterías, electrónica,  mueblerías, peluquerías, los relacionados con eventos, y turismo (que al menos necesitarán más de un año para que comiencen a reactivarse”.

“Las economías regionales dejaron de recaudar sólo por la cuarentena en Semana Santa unos $14.800 millones (entre turistas y excursionistas). En tanto que los trabajadores cuentapropistas monotributistas y autónomos merecen un capítulo aparte, con una gran necesidad de apoyo para sobrevivir mes a mes. Hoy la mayoría no tiene ahorros, ni liquidez ni ingresos para pagar sus obligaciones cotidianas. Sólo el comercio pierde ventas por $10.500 millones en cada día de cuarentena. En este sentido instamos al descuento solidario de los días de alquiler por el cierre obligatorio”, afirman desde CAME.

En la próxima fase de la cuarentena, Alberto Fernández debe tener un plan armado para la apertura de las Pymes. Ojalá no sea tarde. La ayuda con préstamos sirve pero no alcanza.