El modelo, ¿qué modelo?
En sus constantes discursos Cristina Fernández habla del crecimiento inédito de la Argentina desde el 2003 y del modelo diferente que Néstor Kirchner y ella llevan adelante.
La realidad es que lo único inédito que hubo del 2003 hasta ahora fueron los fenomenales precios internacionales de los productos de exportación, precios de los que no disfrutaron los gobiernos anteriores, y de un dólar barato en Brasil. En rigor, si bien Cristina Fernández se jacta del modelo, lo que tuvieron fue suerte, algo que, obviamente, no van a reconocer. Si no reconocen una fulminante derrota electoral y tratan de venderla como que ganaron, menos van a reconocer que les tocó un tiempo de condiciones internacionales excepcionalmente favorables para la Argentina.
Pero ¿tuvo alguna originalidad la política económica de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, más allá de la suerte de los precios internacionales?
Me parece que la política económica más que de original tuvo mucho de primitivo y es casi saqueadora, al estilo de los gobiernos feudales.
Lo que hizo Duhalde en el 2002 fue cambiar los precios relativos con una devaluación, emitir moneda luego de la confiscación de los depósitos y, por el lado del sector industrial, darle las condiciones para reactivar la capacidad instalada que no estaba en uso. Con un dólar caro se lograba una sustitución de importaciones que tenía margen para crecer por la capacidad ociosa que había. Esa reactivación se juntó con el aumento de los precios de los commodities en el segundo semestre del año y con eso la economía empezó a salir de la recesión. Ése fue el modelo que heredó Kirchner y que continuó Lavagna hasta que el entonces ministro de Economía advirtió que la cosa no daba para más y abandonó el gobierno.
A partir de ese momento Néstor Kirchner se hizo cargo de la economía dado que los ministros de esa cartera sólo figuraron como ministros desde entonces, pero no tuvieron capacidad de decisión.
¿Y qué fue lo novedoso que hicieron Kirchner y luego Cristina Fernández en el campo de la economía? En el 2007 intervinieron el Indec porque era un año electoral y no podían mostrar que la inflación se les iba de las manos. Lo diferente fue esconder la realidad de la inflación. Eso no es política económica, eso es, simplemente, distorsionar la realidad.
Luego fueron por los controles de precios y los aumentos de las retenciones a las exportaciones agropecuarias. Controlar precios y aumentar impuestos no tiene nada de original y novedoso en la Argentina.
¿Qué es lo que nos quiere vender Cristina Fernández como el gran modelo diferente? Intuyo que es el impulso al consumo por encima de la capacidad de la economía de generar más ingresos para consumir. Es en lo único que se me ocurre que puede decir que fue original, pero en realidad tampoco lo es. La vieja receta de reactivar vía el consumo sin sostener ese mayor consumo en más inversiones, incremento de la productividad y del salario real es muy vieja y ha fracasado. Particularmente cuando se la financia con la brutal expansión monetaria que está llevando a cabo el Banco Central.
Hasta aquí no tenemos mucho de originalidad en la política económica sino mucha emisión de moneda, inflación no reconocida por el gobierno, controles de precios y el aumento de impuestos. No es nuevo.
Tampoco es original el financiamiento del consumo vía la destrucción de stock de capital. Stock ganadero, reservas de gas e infraestructura en general, no es nuevo, aunque debo reconocer que pocos gobiernos se animaron a llevar tal medida a un extremo que ha generado un verdadero desastre.
Tampoco es original confiscar ahorros del sector privado como fue el caso de la plata que teníamos en las AFJP o destruir el patrimonio del BCRA. Eso se hizo en infinidad de oportunidades. Confiscar recursos del sector privado y destruir signos monetarios es algo que se encuentra con mucha frecuencia en la historia económica argentina contemporánea.
De todo lo anterior se desprende que lo único inédito, diferente o "fundacional" de la política económica del kirchnerismo consistió en llevar a extremos nunca explorados las barbaridades que se hicieron en el pasado y terminaron en fenomenales estallidos. Claro que para poder llegar a esos extremos nunca explorados y estirar el momento del estallido contaron con el precio de la soja, aunque ya no alcanza para sostener tanto dislate económico. Cristina Fernández nunca va a reconocer esa situación internacional pero todos, y quizás ellos también, sabemos que tamañas barbaridades económicas sólo fueron financiables gracias a la santa soja. De alguna manera un funcionario kirchnerista lo reconoció cuando dijo que ahora el populismo era financiable y no como en el pasado, que estallaba. Lo que estaba diciendo era que ahora cuenta con la soja a buen precio para estirar el momento del colapso.
Obviamente que el común de la gente no conoce el problema económico que se está acumulando y cree que esta fiesta de consumo es gracias a la genialidad de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, que dice haber inventado una nueva teoría económica. Es lógico que la mayoría de la gente no lo sepa y de eso se aprovecha el kirchnerismo.
Así como la información está dispersa en la economía, en la política económica la información también está dispersa o, si se prefiere, el grado de información sobre qué está ocurriendo es asimétrico. Sólo unos pocos tienen conocimiento del proceso económico y son los que pueden llegar a salvarse. La inmensa mayoría no tiene idea del proceso económico que se está gestando debajo de las olas de aparente prosperidad que nos cuenta Cristina Fernández en cada uno de sus discursos.
La gran habilidad del kirchnerismo fue aprovecharse de la ignorancia de la mayoría de la gente en materia económica vendiendo "el modelo" como inédito en la historia económica argentina, cuando en rigor sólo estimularon el consumo consumiendo capital, matando a otros sectores con impuestos y gracias a los precios de la santa soja.
En síntesis, el modelo no tiene nada de original sino mucho de destrucción de stock de capital y de manejo al estilo feudal en que los súbditos trabajan para el señor feudal.