Sociedad
El misterio de Portugal por Covid-19: en la frontera con España tiene muchos menos casos que su país vecino
Tienen 5.170 contagiados y 100 muertos. Los números ni se comparan con el horror que está viviendo España.
El control que ha podido tener Portugal sobre el coronavirus es realmente impresionante si se compara con los números de España, sobre todo considerando que los países están pegados.
Adopción de medidas tempranas, civismo de la población, características demográficas y geográficas. Según los expertos, estas podrían ser las razones que permitieron a Portugal tener un saldo de muertes y contagios por coronavirus inferior a otros países europeos.
El balance de muertos en el país se elevó este sábado a 100, con 5.170 personas infectadas, en su mayoría concentradas en el norte. Los datos llaman la atención especialmente si se comparan con los de su país vecino: España ya cuenta con 5.690 fallecidos y 72.248 contagiados, siendo después de Italia el país más castigado por el brote en Europa.
El país luso dictó el jueves pasado el estado de emergencia durante 15 días: para evitar la propagación del COVID-19, el gobierno del socialista Antonio Costa pidió a sus habitantes permanecer confinados en sus casas, ordenó el cierre de comercios no esenciales y cerró sus fronteras con España a los turistas. A partir del lunes, además, todos aquellos que regresen a Portugal desde el extranjero deberán pasar 14 días en cuarentena. No obstante, el gobierno no dictó una cuarentena obligatoria.
El gobierno de Costa sigue apostando por la responsabilidad de los ciudadanos: permite diversas actividades en el exterior como acompañar a menores durante breves períodos de recreación al aire libre, salir a correr por cortos periodos de tiempo, y adquirir servicios de primera necesidad y se limitó a pedir a la población anciana y a aquellos con enfermedades crónicas que solo salgan a la calle “en circunstancias excepcionales“. De lo contrario, “la policía las reconducirá a su domicilio”. En ningún caso están previstas sanciones y multas.
“La población ha cumplido tan bien las recomendaciones que no es preciso un cuadro sancionador. Sería un insulto al civismo demostrado por los portugueses”, dijo Costa el jueves.
La única excepción son las personas que hayan dado positivo y estén sometidas a aislamiento o vigilancia y “no respeten las normas establecidas” estarán incurriendo en un delito de desobediencia y sufrirán las consecuencias, dijo el gobierno.
Según explicó Costa, el Gobierno quiere por un lado preservar la salud de los ciudadanos y por otro mantener en marcha la economía con la menor distorsión posible.
Adopción de medidas tempranas, civismo de la población, características demográficas y geográficas. Según los expertos, estas podrían ser las razones que permitieron a Portugal tener un saldo de muertes y contagios por coronavirus inferior a otros países europeos.
El balance de muertos en el país se elevó este sábado a 100, con 5.170 personas infectadas, en su mayoría concentradas en el norte. Los datos llaman la atención especialmente si se comparan con los de su país vecino: España ya cuenta con 5.690 fallecidos y 72.248 contagiados, siendo después de Italia el país más castigado por el brote en Europa.
El país luso dictó el jueves pasado el estado de emergencia durante 15 días: para evitar la propagación del COVID-19, el gobierno del socialista Antonio Costa pidió a sus habitantes permanecer confinados en sus casas, ordenó el cierre de comercios no esenciales y cerró sus fronteras con España a los turistas. A partir del lunes, además, todos aquellos que regresen a Portugal desde el extranjero deberán pasar 14 días en cuarentena. No obstante, el gobierno no dictó una cuarentena obligatoria.
El gobierno de Costa sigue apostando por la responsabilidad de los ciudadanos: permite diversas actividades en el exterior como acompañar a menores durante breves períodos de recreación al aire libre, salir a correr por cortos periodos de tiempo, y adquirir servicios de primera necesidad y se limitó a pedir a la población anciana y a aquellos con enfermedades crónicas que solo salgan a la calle “en circunstancias excepcionales“. De lo contrario, “la policía las reconducirá a su domicilio”. En ningún caso están previstas sanciones y multas.
“La población ha cumplido tan bien las recomendaciones que no es preciso un cuadro sancionador. Sería un insulto al civismo demostrado por los portugueses”, dijo Costa el jueves.
La única excepción son las personas que hayan dado positivo y estén sometidas a aislamiento o vigilancia y “no respeten las normas establecidas” estarán incurriendo en un delito de desobediencia y sufrirán las consecuencias, dijo el gobierno.
Según explicó Costa, el Gobierno quiere por un lado preservar la salud de los ciudadanos y por otro mantener en marcha la economía con la menor distorsión posible.
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