El Ministerio de Trabajo presionó a Polka para que paguen los sueldos

La Asociación Argentina de Actores, se expresó sobre la difícil situación que viven los trabajadores de Polka luego de que la productora de televisión no abonara los salarios de sus trabajadores. En ese sentido, su directora Alejandra Darín confirmó así que “el Ministerio de Trabajo intimó a pagar y no los pagó”.

“Lo que sucedió con Polka fue que la empresa no pagó los salarios en tiempo y forma aún con el decreto presidencial que decía que había que pagar y que no podía haber despidos”, expresó Darín e indicó que Polka “fue la única empresa” que no acató la medida.

“Cuando fuimos a tener la intervención con el Ministerio de Trabajo, que es el lugar que corresponde, llevó muchos meses y empezaron a presionar de una manera, recibieron las ATP para pagar los salarios a los técnicos, pero a los actores, actrices, apuntadores y apuntadoras que tenían un contrato, no les pagó”, denunció en diálogo con “La Conversación”.

Darín confirmó así que “el Ministerio de Trabajo intimó a la empresa a pagar la totalidad de los salarios y no los pagó. En ese tiempo, que fueron tres meses, presionaron a los actores y a las actrices a que hagan sus arreglos personales”, aunque confía en que “en algún momento” se resolverá el conflicto.

Por otro lado, Darín desligó a Adrián Suar de la polémica por la falta de pago de sueldos y remarcó que el mayor accionista de Polka es el Grupo Clarín.

“No tuve un cruce con Adrián Suar, lo conozco desde que tengo muy pocos años y él menos que yo. Y no soy la dueña de Actores, es un sindicato que tiene un consejo directivo elegido democráticamente, donde defendemos los derechos de los actores y actrices”, dijo Darín y detalló que “Adrián Suar es uno de los dueños minoritarios de Polka, el mayor accionista de Polka es el Grupo Clarín”.

En cuanto a la sensación por formar parte de una de las actividades más afectadas por el parate debido a la pandemia, expresó que “todos los actores y las actrices compartimos la misma incertidumbre y la misma vulnerabilidad que todos. Esa incertidumbre de no saber si volvés a trabajar. Es mucha presión y mucha angustia. Nuestra actividad es meramente social, no solo por la llegada al público, sino porque al hacer la tarea te relacionas con muchas otras personas, y de esa manera lo que hace esta actividad es ponerte en riesgo, hay que tener cuidado”.