El mercado negro de los barbijos y respiradores
Ante la escasez de barbijos y respiradores. Varios gobiernos empiezan a robarse los cargamentos entre sí.
De esta trama siniestra participan diplomáticos, empresarios y servicios secretos. En estos agitados días de pandemia muchos países intentan desesperadamente hacerse de embarques de barbijos y respiradores, en un mercado donde reina China, y donde los precios crecen de manera desmedida.
El gobierno de Madrid, espera hace días, la llegada de dos aviones cargados de material sanitario, que debía salir de China la semana pasada, y por los cuales pagó 23 millones de euros. Los gobiernos de Lombardía y Cataluña, denunciaron haber sufrido similares intentos de estafa, aunque aquí no se pagó monto alguno por la frustrada operación.
Estados Unidos le está pasando por arriba a sus aliados en una carrera por hacerse de estos productos.
El gobierno alemán denunció que agentes del servicio secreto americano, habían pagado cash en un aeropuerto de Tailandia para que un cargamento de 400 mil barbijos que tenían por destino Berlín, cambiaron su rumbo a EEUU.
Francia denunció el miércoles una situación similar cuando agentes norteamericanos habrían recomprado un cargamento de material sanitario chino ya cargado en un avión con destino a París.
Las maniobras según las fuentes, serían así: los agentes denunciados, llegan a la pista del aeropuerto, sacan dinero en efectivo y pagan tres o cuatro veces por los pedidos ya realizados por otros países, aunque le parezca una escena de película, esto está pasando en estos precisos momentos.
Todo parece indicar que nadie puede controlar a este mercado bien parecido al salvaje oeste de las viejas películas de John Wayne.
Los servicios secretos participan activamente de esta guerra, según el diario The Times of Israel, el jefe de la Mossad señaló: …existe una feroz batalla encubierta para hacerse a toda costa con el limitado número de respiradores del mercado.
La alternativa a estas organizaciones mafiosas es, y aquí lo harán Ford y Toyota, quienes se pondrán confeccionar a toda velocidad barbijos, esperemos que suceda algo similar con los respiradores.
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