El mapa político que dejaron las urnas

Los comicios del domingo marcaron en la Ciudad, como dato saliente, una notoria consolidación del liderazgo de Pablo Bruera, tanto en el plano institucional como político, al haber duplicado la cantidad de votos con la que el ahora intendente reelecto fuera elegido por primera vez, y un panorama preocupante en los sectores opositores, a los que les espera una ardua tarea de reconstrucción de su inserción en la consideración de los vecinos. Pero los balances duraron poco, para dar lugar a los primeros movimientos de fichas en el Ejecutivo y el Concejo.

Así, en ámbitos oficialistas se cree que el contunente triunfo del Frente para la Victoria en todas las categorías -Cristina ganó con amplitud por primera vez en la Ciudad- marcaría nuevos rumbos en la relación entre el gobierno municipal y la Casa Rosada, y que esto podría significar un importante impulso a un conjunto de obras de infraestructura para la jerarquización de la capital bonaerense. En el plano provincial, esa posibilidad ya se ha visto plasmada en el fuerte apoyo que la administración Scioli ha venido dando a la gestión Bruera y que en 2012 se reflejará en varias obras que figuran en el proyecto de Presupuesto de Gastos y Recursos de la Provincia para el año próximo.

A propósito de cálculos presupuestarios, esta semana se dieron a conocer algunos aspectos de las previsiones económicas de la comuna platense para encarar el ejercicio 2012, que muestran la intención aumentar la inversión en áreas clave como Salud y Desarrollo Social, y destacan la voluntad política de profundizar el programa del Presupuesto Participativo, el mecanismo por el que los vecinos elaboran proyectos, los discuten en asambleas barriales y luego los definen en las urnas.

En tanto, las miradas se han concentrado en el Concejo Deliberante, que será en poco tiempo más -aunque en rigor ya empezaron los movimientos de fichas- el escenario central de las definiciones políticas que surgieron del resultado electoral.

El reparto de las bancas quedó acotado a cuatro fuerzas: el bruerismo, el Frente Amplio, la Udeso y el Frente Social que llevó como candidato a intendente a Guido Carlotto. Y de los 12 lugares en juego, el oficialismo se quedó con seis, mientras que las otras tres fuerzas ubicarán dos representantes cada una.

De esa manera, en principio el nuevo mapa político tendrá al oficialismo con diez ediles; el Frente Amplio, con tres (los dos ingresantes se suman a Gastón Crespo); el denarvaísmo con dos, un nuevo representante que se sumará a José Arteaga; posiblemente la UCR con dos (ingresará por la Udeso Fernando Gando y sigue Guillermo Duva); y el alakismo que, encolumnado en la candidatura de Carlotto, tendrá dos bancas. Luego se ubican varios unibloques como el macrismo, el vecinalismo que fogonea Julia Larcamón y los dos espacios surgidos de la fractura del felipismo.

ESPECULACIONES DE MOVIMIENTOS

En ese panorama, el bruerismo quedará nuevamente obligado a tejer alianzas con otros sectores para garantizarse quórum y mayoría en las votaciones, sobre todo de los proyectos que desde la Intendencia consideran herramientas de gestión. El oficialismo encontraría esos aliados en por lo menos tres de los cinco unibloques que seguirán funcionando hasta 2013, mientras algunas fuentes no descartan que, incluso, alguno de esos concejales "solitarios" decidan en los próximos meses incorporarse al oficialismo.

Para la oposición -que el 10 de diciembre perderá las representaciones de la Coalición Cívica y del sabbatellismo en el Concejo de la Ciudad-, las opciones pasan por dos propuestas que ya circulan de manera informal y reservada. Una de ellas es la que se alienta desde la conducción del radicalismo platense: recrear el Acuerdo Cívico y Social con los dos representantes que tendrá el partido (como se dijo, uno ingresará por la Udeso), los ediles del Frente Amplio, y la ahora vecinalista Larcamón.