El mal momento de María Rosa Fugazot: “Si tengo que vivir de mi jubilación me suicido”

María Rosa Fugazot expresó su preocupación ante el mal momento que están viviendo los actores ante la crisis económica producto de la pandemia de Covid-19. Siendo invitada al programa Jubilados TV, la actriz aseguró que no podría sustentarse con lo que cobra de jubilación. 

Después de reconocer que cobra la mínima, que oscila los veinte mil pesos, la actriz fue contundente: “Si no trabajo me cago de hambre. Yo nunca me quedé con la jubilación. Si hubiera tenido que vivir de mi jubilación me suicido”, le comentó a Andrea Falcone, conductora del ciclo.

Además remarcó que no le quedaron ahorros de su trabajo porque "Lo que gané me sirvió siempre para que mis hijos estudiaran o para mantener mi casa, Para que a mis padres enfermos no les faltara nada y estuvieran cuidados". 

Fugazot también se quejó del sistema jubilatorio del país. “Lo ridículo es que una vez que me jubilé con 65 años, después de haber pagado 60 años la jubilación, no me toca ninguna ventaja, no tengo retroactivo ni un pito, nunca me tocó nada".

"He seguido pagando porque tuve que volverme a inscribir en monotributo para poder volver a trabajar. Estuve varias veces por irme del país pero por diferentes motivos siempre me terminé quedando", expresó. 

“De lo que me quejo es haberle dado tanto al país. Haber sido respetuosa de todas las leyes. Haber pagado siempre lo que correspondía. Haber rascado de donde no había para pagar, para no ser deudora o morosa y al final no me sirvió de mucho y hoy mismo no me sirve de mucho”, protestó la actriz.

Y agregó: “Este país es una trampa enorme sobre todo si sos honrado. A mi hijo yo lo anote a los 18 años y a los 23 años de él lo tuve que volver a pagar retroactivo, explícame por qué. Tengo que agradecerle a Dios que siempre me puso un proyecto adelante para seguir peleando".

Fugazot contó que "Dos veces me quedé en la calle. Una fue con aquel famoso corralito, cuando cayó De la Rúa. Pobre hombre lo dejaron ahí hablando pavadas y no sabía ni dónde estaba. Ese fin de año yo tenía arreglado televisión y teatro y sin embargo, el 2 de enero no tenía nada".

"Los únicos ocho mil dólares que tenía ahorrados me quedaron en el corralito. Y lo que tenía pautado de trabajo se me cayó y me quedé sin trabajo. El 2 de enero tuve que salir a buscar trabajo", rememoró.

"Tenía a mi mamá y a mi hijo y de los ocho mil dólares que había en el banco me pagaron cuatro mil pesos. A 50 centavos el dólar. Y me lo tuve que comer porque necesitaba la plata", se resignó.