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El mal momento de Fabián Rubino: un nene le robó el celular con “el truco de la franela”, lo corrió, se desmayó y terminó operado

El hecho ocurrió en un café del barrio de Belgrano. El periodista fue atendido de urgencia y necesitó ser operado. Sufrió un golpe en la cabeza y fractura de muñeca.

El periodista Fabián Rubino se convirtió este fin de semana en una nueva víctima de la inseguridad cuando un niño ladrón le manoteó sus pertenencias en un bar de Belgrano, en la Ciudad de Buenos Aires. Al darse cuenta del robo, salió a correrlo. Pero la persecución terminó mal: se desmayó, quedó herido y debieron operarlo.

El hecho ocurrió este domingo en un café ubicado en Zapiola y Juramento, en el barrio porteño del corredor norte, pero los detalles trascienden ahora.

Allí el experimentado movilero de A24 se encontraba sentado en una de las mesas cuando un niño de menos de 12 años se acercó con la intención de venderle unas franelas y disimuladamente se llevó su celular.

Rubino lo detectó rápidamente. Y sin analizarlo demasiado, salió a correrlo, en una persecución que quedó registrada por las cámaras de seguridad del lugar.

Lo siguió durante algunos metros hasta que se desmayó. En su caída, se golpeó la cabeza contra la vereda y producto del fuerte impacto debió ser atendido de urgencia.

Rápidamente fue trasladado a un hospital cercano por medio de su obra social. Según detalló luego él mismo, tuvo cortes, hematomas y una fractura en una de las muñecas.

Por las heridas debieron intervenirlo quirúrgicamente: “Lo tuvieron que intervenir quirúrgicamente del meñique", informó su colega, el periodista Mauro Szeta.

 

El relato de Fabián Rubino

Poco más de 24 horas después desde el accidente, Rubino volvió a la televisión y en diálogo con América Noticias relató en primera persona lo sucedido dejando ver sus moretones en la cara.

"Estaba tomando un café en el interior de una confitería. Entra un nene, porque era un nene de 12 o 13 años. Ya están preparados para eso... Y ante el menor descuido, porque yo voy adentro para que no me roben afuera, el pibe tapa mi celular con unos pañuelos que estaba vendiendo", cuenta quien detalla que se encontraba leyendo el diario.

En ese momento remarca que trató de no desconfiar porque se trataba de un menor: "Yo me desatiendo, que no debía haberlo hecho, pero es una criatura... Si es alguien mayor, bueno, pero es una criatura, vos decís 'no puede ser'. Y me robó el celular".

Su reacción fue instintiva: "Cuando se fue yo dije por instinto 'me robó'. Y me fijo y no tenía el celular. Y es ahí donde salgo y lo veo caminando mirando hacia atrás. Cuando me vio salió corriendo".

Continuó: "Yo salgo corriendo con los anteojos para leer. Eso más el calor hizo que me mareara", explicó sobre su descompensación en la vereda.

En este sentido, quiso dar los motivos por los cuales decidió correrlo, sabiendo que no era una buena acción.

"Tenés el pibe, ahí, que tenía tu celular. Es el instinto el de salir a buscar lo que es tuyo. Te robaron, uno se sale del manual ahí", admitió.

Luego vino su caída: "Y me caí, nunca tuve un golpe como el que tuve. Cinco puntos en la ceja, me operaron, me pusieron dos clavos", concluyó.

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