El líder nazi que en América se vinculó con un presidente y el narco Pablo Escobar
Era miembro de la Gestapo y en la posguerra se instaló en Latinoamérica hasta que fue deportado a Francia.
Klaus Barbie, apodado el "Carnicero de Lyon", era uno de los jerarcas de la Gestapo. Llegó a Bolivia tras la Segunda Guerra Mundial para refugiarse ya que en Europa lo buscaba para juzgarlo, como ocurrió con los otros líderes nazis.
Cambió su identidad por Klaus Altmann y se relacionó nada menos que con el presidente General Luis García Meza, quien estuvo en el poder desde julio de 1980 hasta agosto de 1981. Su estrategia fue vincularse con los políticos y narcos de la región. Fue un hombre cercano a Roberto Suárez, líder del narcotráfico boliviano, cuyo hijo confirmó la relación entre su parte y el agente de la Gestapo.
Barbie también negociaba con Pablo Escobar Gaviria, según reveló DailyMail a partir de las propias memorias del jerarca nazi que fueron entregadas a los documentalistas Peter Mueller y Michael Mueller.
En 1983 Barbie fue extraditado a Francia, donde se lo condenó a la pena de muerte por el asesinato de 14 mil personas y de la tortura de miembros de la resistencia francesa.