El libro inédito de López Rega
La obra, escrita en la cárcel para poder pagarle a sus abogados, estuvo oculta durante cuatro décadas y en poder de su última eposa.
En su pequeña casa a las afueras de Asunción, en Paraguay, María Elena Cisneros guarda documentación inédita de su difunto esposo. Se trata, nada más y nada menos, que de José López Rega, uno de los dirigentes más oscuros y misteriosos de la historia argentina. Tras abandonar el gobierno de Isabelita, el 11 de julio de 1975, López Rega no habló más públicamente. Vivió exiliado más de diez años con Cisneros, la joven compositora entrerriana que rompió el silencio con Infobae semanas atrás. Estuvieron juntos hasta que López Rega fue detenido en los Estados Unidos, el 13 de marzo de 1986, en el Aeropuerto Internacional de Miami. Durante las semanas en las que estuvo preso en EEUU, el ex ministro peronista escribió, raudamente, la segunda parte de "El idioma de la verdad", sucesor de su primer libro autobiográfico que publicó a comienzos de 1975 en el que repasaba su gestión en el Ministerio de Bienestar Social. El texto de 88 carillas permaneció inédito hasta el día de hoy.
El material al que accedió Infobae contiene notas al pie escritas de puño y letra por López Rega a su esposa Cisneros en el que le pide, entre otras cosas, agregar fotografías al texto escrito con una máquina de escribir -por ejemplo una foto con el dictador español Francisco Franco. Infobae también accedió a las agendas de contactos telefónicos del fallecido dirigente peronista, cartas enviadas por López Rega a líderes mundiales como el citado Franco y los manuscritos en los que explica su versión de aquellos trágicos años. En aquellas semanas detenido en Estados Unidos, previo a su extradición a la Argentina, López Rega parece obsesionado en explicarle al país su rol en Libia -conocido como Misión Argentina en Libia realizada en 1974 durante los últimos meses del gobierno de Juan Domingo Perón- y la importancia que él dice haber tenido en la recuperación del cadáver de Evita.
"El idioma de la verdad" lo terminó de escribir el 29 de junio de 1986. Tenía 69 años. Sus últimos tres años los pasaría en las cárceles argentinas procesado por asociación ilícita, secuestro y homicidios perpetuados por la organización paraestatal conocida como Triple A.
Inocente como Cristo
El libro inédito de López Rega está dedicado "al pueblo argentino como testimonio de mi inocencia", aclaraba el detenido funcionario de los gobiernos peronistas. En el mismo párrafo, decía que había cumplido "con Dios, mi Patria y mi conciencia" antes de realizar un paralelismo con la crucifixión de Cristo: "Si Pilatos vuelve hoy a lavarse las manos como hace dos mil años, liberando a Barrabas y condenando a Cristo, ofrezco a Dios mi sufrimiento a cambio de la felicidad de mi patria". Concluye que "la enseñanza del tiempo indica la pequeñez humana".
En otra nota al pie, López Rega le solicita a su esposa Cisneros que negocie la publicación del libro en los Estados Unidos dándole las directivas correspondientes, además de pedirle que elija para la portada una fotografía suya con el General Perón e Isabel. La saluda con un "te quiero mucho y te extraño mucho".
Su salida del gobierno de Isabel Martínez de Perón
En la entrevista realizada por Infobae a Cisneros, la segunda esposa de López Rega insiste en que su marido no fue expulsado del gobierno de Isabelita sino que fue él quien renunció. En su inédito libro, el ex Ministro de Bienestar Social lo prologa con la carta que le envió a la, por entonces, Presidenta de la Nación. Fechada el 11 de julio de 1975, le escribe a Martínez de Perón que acepte su renuncia a todos los cargos "como un aporte patriótico tendiente a la pacificación de los espíritus perturbados". Añade: "Mis detractores y los antipatria se encargarán de llenar novelescamente un amplio tomo pero el final será sólo de Dios y del Pueblo mismo". Luego de la primera aclaración que el detenido López Rega deseaba hacerle "al pueblo", comienza un libro dividido en cuatro partes: "¿Quién soy realmente", "¿Por qué me persiguen?", "El movimiento justicialista" y "El hombre".
La introducción está escrita en tercera persona y su autor intenta explicar sus días en prisión concluyendo el texto con una "oración del hombre preso y calumniado" (SIC).
Pantallazos de una vida
El autor de "Astrología esotérica" utiliza en su texto inédito sus dotes novelísticos. Entre la religión y el misticismo, aparece la política en el primer capítulo en el que se pregunta quién es realmente. Se queja de "la saturación periodística" hacia su persona "alejada de la verdad". Asegura que los medios de comunicación han "vendido información al mejor postor" y que son "enemigos de la democracia mundial y sobre todo, enemigos de nuestra Patria".
La irreconciliable pelea entre la izquierda y la derecha peronista aparece reflejada en el primer capítulo cuando López Rega dice: "Un estudiante fracasado por no estudiar se vuelca hacia la izquierda comunista y entra a vender su cuerpo y cerebro en una aventura nacional, pasando luego a integrar grupos guerrilleros que ejercen violentos terrorismos en perjuicio de inocentes. Así dañan al Mundo, a su Patria y a la Raza Humana dando realidad a las profecías bíblicas". Concluye que "dentro de ese marco (el periodístico y los "infiltrados" comunistas en la política) se ha desarrollado la controversial publicidad sobre mi persona y mi vida (...) tratando en todo momento de crearme descrédito y presentarme como un ser repulsivo".
Luego de despacharse contra las ideologías "comunistas" que "atentan contra la libertad y la democracia" y contra los medios de comunicación, López Rega repasa sus datos personales, los estudios realizados y explica por qué rehusó a hablar con la prensa durante años. "Estas entrevistas suelen ser deformadas y aplicadas en su redacción de acuerdo a los intereses de quienes dirigen "ocultamente" la operación, costeando las mentes mercenarias que a ellos se prestan".
"No fue un milagro"
López Rega llama al tercer gobierno de Perón "nuestro gobierno". Dice que fue"acusado de paternalista y se habló de demagogia, ello siempre en boca de adversarios políticos que parecieran tener demasiadas influencias extranjeras, por lo tanto que critican los hechos positivos y niegan las realidades de una tarea patriótica". Como si parafrasease al slogan de Cristina Kirchner, "no fue magia", López Rega explica que "no fue un milagro, sino que fue un trabajo honesto y real en favor del Pueblo". Habla de las obras realizadas y que "en tres años de gobiernos -entre el breve mandato de Raúl Lastina, el del General Perón e Isabelita- no se pidió préstamo alguno al exterior y en cambio se regularizó el pago de los servicios de la deuda contraída por los gobiernos de facto, bajándola a unos seis mil millones de dólares aproximadamente".
"El resultado de la actuación del gobierno de facto militar -se refiere a la dictadura militar encabezada por Jorge Rafael Videla- fue un país enlutado, donde todos los sectores padecieron horrores, una miseria espantosa y una deuda externa de 40 mil millones de dólares que las entidades acreedoras, para asegurar su cobro, empañan con sus demandas la clara soberanía por la cual luchamos toda una vida". Vale la pena recordar que este texto inédito fue escrito en 1986.
El día que quisieron asesinar a Perón
En el libro inédito de López Rega, su autor asegura que Perón fue "como un padre" más que un amigo. Repasa cuáles fueron las principales metas de su gestión en los años en que acompañó a Perón en su exilio en Puerta de Hierro: "Operativo Retorno de Perón". En uno de los tramos más jugosos del libro ofrece su versión de lo ocurrido el 17 de noviembre de 1972, el día en que Perón regresó por primera vez al país.
López Rega recuerda que "un helicóptero de la Presidencia de la Nación, llevaba y traía en rápidos y nerviosos vuelos al marino Enrique Martínez, secretario de la Presidencia y candidato oficial para las elecciones presidenciales junto al Sr. Sajón, secretario de información" (se refiere al periodista Edgardo Sajón, ex secretario de Prensa y Difusión del gobierno de facto de Alejandro Agustín Lanusse que fue desaparecido en 1977 durante la última dictadura militar).
"Ellos trataban por todos los medios de calmar los ánimos del Pueblo, que ya se estaba informando de que Perón y su comitiva, estábamos detenidos, temiendo el gobierno una cruenta rebelión civil. Vimos por la televisión que ambos funcionarios dijeron a los periodistas que el General Perón había decidido descansar un poco en el Hotel antes de partir y bajo la promesa de no molestar iban a permitir que subieran las cámaras de televisión, hasta la puerta de la habitación".
Recuerda López Rega que vio "la oportunidad y consulté al General y con su esposa, que aprobaron mi idea de salir de la habitación cuando todos los camarógrafos estuvieran frente a ella. Calculamos el tiempo de su llegada y sorpresivamente salimos. Los guardias sacaron sus pistolas y nos amenazaron con ellas. Yo le pregunté en voz alta, al que comandaba ese grupo especial (quien llevaba en su bolsillo una carta con instrucciones precisas por casos extremos) algo más o menos así: ¿Esta el Señor General detenido? Quiero que todos estos camarógrafos se constituyan en la custodia de él, para irse a su casa". En su relato, López Rega concluye que salieron "con toda dignidad, pese a las "órdenes secretas" y a las ametralladoras y tropa que impedían el paso. ¿Por qué no reaccionaron violentamente? Porque no era posible una justificación de matar a Perón y a los suyos, frente a las cámaras de televisión mundial".
Misión a Libia
Mucho se escribió sobre las razones por las que el Ministro de Bienestar Social ocupó el lugar del Ministro de Economía, José Ber Gelbard en las misiones diplomáticas y comerciales con Libia. Según López Rega se trató de "ciertos problemas de índole religiosa que crearon dificultades a la operación". Gelbard era practicante de la religión judía. Sobre los reales acuerdos firmados entre ambos países, López Rega hace hincapié en aclarar que no se compraron armas sino que "mi misión fue lograr que nos vendieran petróleo". Sin embargo informa que viajaron representantes de las Tres Fuerzas Armadas con la delegación.
Pero, según el libro inédito hasta hoy, "la operación fue tan dificultosa, que la firma se realizó en el avión al propio instante de la partida, con la lógica algarabía del triunfo por parte de la misión entera". El costo representó, según el documento, dos mil millones de dólares.
El escritor concluye el capítulo recopilando dos conferencias de prensa que realizó durante 1974, una de ellas acompañado por Gelbard y otra por el Ingeniero Celestino Rodrigo. Concluye que existió un boicot de las negociaciones por los "antipatria y movimientos comunistas".
La muerte de Perón
En el capítulo "El General Perón se nos va" López Rega recuerda que el líder justicialista "el día de su fallecimiento amaneció muy bien, se levantó del lecho trasladándose a un sillón. Esa mañana teníamos una reunión de gobierno y se decidió con la señora Presidenta realizarla en el salón de la Residencia de Olivos. Antes de bajar fuimos a saludarlo, la Señora y yo, y él sonriendo nos dijo: "¡Ya se van!" Nos aseguró que estaba bien y se rio alegremente cuando le explicamos que la reunión se hacía allí. Se procedió a la citada reunión con la presencia de todos los ministros. Llevábamos tres cuartos de hora reunidos cuando el ama de llaves entró exaltada al salón llamándome con urgencia, diciéndome que el General estaba muy mal".
"Corrimos la Señora y yo y el General estaba siendo atendido por los médicos de cabecera y varios jóvenes médicos que hacían guardia permanente en la Quinta Presidencial de Olivos. El General estaba totalmente inconsciente y se le estaban practicando masajes y electroshocks, sin respuestas favorables. En un aparato de televisión se marcaba el paso de su ritmo cardíaco. Estaba débil. Intenté tomarle las manos hablándole en forma estimulante rogando a Dios por su recuperación. Él pasaría a sentir mis deseos y, en ocasiones, yo sentía presión en sus manos y en la pantalla se veía una débil respuesta.
Los maravillosos y esforzados jóvenes médicos lucharon más de dos horas para tratar de arrancarlo de la muerte y finalmente a las 11:15 falleció en mis brazos.
Así fueron los últimos instantes de la vida del General Perón.
La señora de Perón que dos días antes había tomado posesión del cargo Presidencial ante el escribano de gobierno, por decisión del propio General, estuvo en todo instante atenta al desenlace y comprendiendo la enorme responsabilidad que esta desgracia colocaba sobre sus hombros. Se rehízo con entereza y obró con valor y espíritu cristiano, para bien de la Patria".
El golpe y la traición del partido peronista
López Rega descarga sus sentimientos contra los que traicionaron a Isabelita. Dice que ella y su "humilde persona" son "los últimos eslabones del grupo Perón". Al explicar el golpe cívico militar del 24 de marzo de 1976 asegura que "el Movimiento, el Partido y los Dirigentes Justicialistas se prestaron a favorecer las ambiciones de las camarillas militares, facilitándoles el Golpe de Estado. Dejaron sola a la Sra. Y la entregaron a los leones hambrientos que cebados con su propio alejamiento del gobierno, la secuestraron como delincuentes comunes, sin que ninguno de aquellos que todos los días nos decían: "Duro Isabelita", "Lopecito corazón" alzara su voz en un intento de defensa, y permitiendo el deshonor de ver avasallada la dignidad de la Presidenta natural del Justicialismo por ley y por méritos propios".
"Llevo doce años de exilio, y más de 100 días de prisión en un país extranjero, donde al menos tratan de hacerme justicia contra las mentiras legales presentadas. Escribo este libro para dejar a la posteridad el conocimiento real de los hechos históricos..." "Lo segundo: ver con su publicación de ganar dinero para pagar los gastos de abogados defensores, que al igual que mis allegados de antaño, creen que poseo en toneladas de oro".
Sin mencionar a la organización paraestatal "Triple A", López Rega escribe, en una de las últimas carillas de su inédito libro que: "jamás alenté la violencia ni de la derecha ni de la izquierda. Llamé siempre a la reflexión de los equivocados, ofreciéndoles que colaboraran en la Reconstrucción Nacional. (...) Soy totalmente inocente de cuanto me acusan y dicen. En 11 años no les ha sido posible probar absolutamente nada. Soy un hombre de paz y justicia y amor. Soy creador y progresista". Concluye que "podría sacudirme como un perro mojado y sacar fuera de mí "algunas pulgas molestas" dando nombres y acusando entidades y personajes. Pero no nací para ello".
"El monstruo se había equivocado tremendamente. El hombre era realmente limpio". El libro está firmado por José López Rega y estuvo guardado, bajo siete llaves, durante 33 años. Hoy vio la luz.
Investigación periodística y colaboración: Omar Pintos