El legado de Francisco Piria del otro lado del charco
A tan sólo 98 kilómetros de Montevideo, Uruguay, se encuentra la ciudad balnearia Piriápolis. Su fundador fue Francisco Piria. Estos son algunas de las construcciones icónicas que este empresario y alquimista construyó en la otra orilla y que es visitada cada año por miles de argentinos.
Castillo de Piria
Es un edificio monumental inaugurado en 1897 que mezcla el estilo renacentista y medieval. La construcción imita a un castillo almenado, de paredes de ladrillos, y estructurada en dos plantas y un sótano. Se accede al castillo por un camino bordeado de palmeras de las Canarias. En el patio, se aprecian obras de arte, con profusión de elementos de simbología alquímica, ánforas, También hay una glorieta en imitación madera, un vagón que perteneció al tren de Pitra, una casa de huéspedes, bodegas y caballerizas. En la planta baja se exhibe una colección de objetos que pertenecían a su morador y en el nivel superior hay habitaciones decoradas con estilos diferentes. Se pueden ver armas, mobiliario Luis XV. También cuenta con balcones florentinos desde donde se observan vistas panorámicas de la característica campiña uruguaya.
Iglesia de Piria
La Iglesia de Piria es la iglesia que comenzó a ser construida por Francisco Piria en el año 1917, diseñada en la Escuela de Eiffel de París. Esta construcción quedó inconclusa pues la curia la rechazó totalmente ya que esta obra contenía ornamentos que simbolizaban a la alquimia. La Iglesia católica se negó a recibir este edificio como donación por tener símbolos de alquimia y masónicos. Al fallecer Don Piria, este edificio fue abandonado. Se dice que la iglesia estaba construida con su fachada orientada hacia el Este, de cara a la salida del sol, orientación típica de los templos masónicos. Se cree que el diseño del edificio estaba pensado para que durante el equinoccio de primavera, un rayo de sol atravesase el rosetón de ocho pétalos de la torre en un determinado momento del día e iluminara un punto prefijado del altar.
Argentino Hotel
Se trata de un hotel inaugurado en 1930. Fue, en su momento, uno de los más grandes de América del Sur. Piria, luego de haber realizado 22 viajes a Europa, lo construyó a imagen y semejanza de los grandes hoteles de la Costa Azul. Importó la lencería de hilo de Italia, la vajilla de Alemania, la cristalería de Checoslovaquia y el mobiliario de Austria. Desde ese entonces, ya estaban las primeras instalaciones para el uso de la Talasoterapia (uso terapéutico del agua de mar), y esto convertiría al Argentino Hotel en una empresa pionera en el desarrollo del turismo y en particular, en el turismo de salud hasta nuestros días.
Fotos: Adrian Cavalheiro
Dejá tu comentario