El kilo de papa cuesta hasta $600 y podría haber escasez 

Primero fue el dato inflacionario de junio publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Y después, un informe elaborado por la Unión Frutihortícola Argentina (UFHA). Ambos relevamientos encendieron las alertas al señalar que la papa aumentó 24,7% durante el sexto mes del año, continuó con las subas en julio y enfrenta una amenaza de escasez debido a la sequía y las lluvias que afectaron la producción de este alimento en diversas regiones del país.

"El calentamiento global está complicando al sector con las sequías, lo que hace que la producción y el rendimiento sean bajos. Creemos que se pondrá más difícil en octubre y noviembre: faltará mucha más papa y puede seguir aumentando", advirtió el estudio de UFHA, en referencia a la hortaliza más consumida por los argentinos. "Se han visto afectadas tanto la calidad como la cantidad de los cultivos", agregó el texto al que tuvo acceso Crónica.

En ese contexto, la papa fue el segundo producto que más aumentó en junio en el rubro Alimentos, según el Indec. El precio promedio del kilo trepó de $251,59 a $313,80, por lo que arrojó una suba mensual de casi el 25%. De esta manera, se ubicó sólo por debajo del azúcar (+33,9%) y al ampliar el análisis, su variación interanual acumuló un incremento del 262% y duplicó el índice de precios general, que se ubicó en el 115,6 por ciento.

Los aumentos de la papa, de todos modos, parecen lejos de encontrar un freno por estos días, y en algunas verdulerías el kilo está 600 pesos.

"Si bien las lluvias del invierno no fueron de magnitud, complicaron la cosecha sobre el final de la campaña. Eso implicó que en varios lugares, sobre todo cerca de la zona de la costa (Mar del Plata y Balcarce, por ejemplo), hubiera mucho milimetraje en los últimos diez o quince días, por lo que no pudieron cosechar. Así entró una cantidad menor al Mercado Central y eso repercutió en el precio", explicó Juan Manuel Ferreiro, presidente del Centro de Productores de Papa de Tandil.

Al ser consultado por Crónica, el dirigente detalló cómo es el momento que atraviesa el sector. "Por cuestiones climáticas, estamos en un fin de semana un tanto complicado en el sudeste de la provincia de Buenos Aires. En el Mercado Central saben que habrá poco ingreso de papas y esa especulación hará también que aumente el precio", comentó Ferreiro. "Saben que va a llover, no habrá cosecha y el ingreso será menor. Por ahí buscarán stockear o pedirán una cifra un poco más alta", agregó en un charla con Crónica. 

Las lluvias del invierno, advirtió Ferreiro desde Tandil, no sólo provocaron la falta de cosecha en el sector. "También generaron la pudrición de la papa al quedar bajo el agua. Esa es otra de las razones por las que hay poca producción en esta época del año", puntualizó. Y luego adelantó: "El tema del aumento es, simplemente, oferta y demanda. Cuando en el Mercado Central entren 120 camiones durante tres días, comenzará a bajar el precio".

Desde la UFHA coincidieron en señalar que la producción de dicha hortaliza "está en merma" y los rindes se encuentran muy bajos. "Antes una hectárea daba entre 1.800 y 2.000 bolsas de papa y hoy está entre 600 y 800", puntualizó el informe de la entidad. A eso le sumaron la pérdida en la calidad y la reducción en el tamaño del producto. "Esta disminución en el rendimiento y en la oferta ha provocado un notable aumento en los precios", añadió el estudio.

En la Argentina, las principales regiones productoras son la provincia de Buenos Aires, con un 55% de la superficie; Córdoba-San Luis, con un 28,8%; Tucumán, con el 7,7%; Mendoza, con un 5,3%; Jujuy-Salta, con el 1,7%, y Santa Fe, con el 1,2%. El resto de la superficie la generan San Juan, Chubut y Río Negro.

Así como la lluvia en el sudeste bonaerense, la sequía afectó la capacidad de los agricultores para regar y cultivar sus campos de papas en otras regiones del país. De ahí, en definitiva, la advertencia del informe de UFHA de cara a lo que resta del año: "Temen que la situación se agrave aún más durante los próximos meses, especialmente en octubre y noviembre, cuando se estima que la oferta no será suficiente para satisfacer la demanda, lo que podría tener un impacto significativo en el suministro de papas y otros productos".