El juez que sabe hacer amigos
*Por Ricardo Roa. Al juez Norberto Oyarbide hay que reconocerle al menos una habilidad: siempre se acomoda cerca del poder político. Y actúa en consecuencia: muy rápido o muy lento, según convenga.
Basta con un par de antecedentes. En tiempo récord, sobreseyó al matrimonio Kirchner por presunto enriquecimiento ilícito. Y, al revés, mantuvo abierto por seis años el caso Skanska, un ejemplo emblemático de corrupción e impunidad . La propia empresa sueca, contratada por el Estado para hacer obras públicas, admitió que pagó coimas, se presume a funcionarios. Aún así, al final fueron absueltos.
Ahora, la Cámara Federal acaba de amonestarlo por cómo encara otra investigación, que le pega, y mucho, al Gobierno: el escándalo con la Fundación Madres de Plaza de Mayo . Hay en juego fondos públicos por más de $ 700 millones, usados sin ningún control. Y la fortuna acumulada por el apoderado Sergio Schoklender. En el medio, gobernadores, funcionarios, intendentes y la figura de Hebe de Bonafini (Schoklender: duras críticas de la Cámara Federal a Oyarbide).
Hay tanto barullo en el expediente que uno de los camaristas llegó a decir que encontrar allí una prueba resulta "tan difícil como hallar una aguja en un pajar. Un pajar que el propio magistrado se ha encargado de construir". Más claro, agua.
Al tanto de lo que se le venía, Oyarbide corrió de apuro el secreto del sumario, que impedía conocer cómo estaba la investigación. Ya lo había prorrogado seis veces, otro récord . En todo este tiempo no llamó a declarar ni a Schoklender ni a Bonafini. Y caratuló la causa como defraudación al Estado y lavado de dinero: si hubiera agregado asociación ilícita, los dos podrían ir presos .
A Oyarbide le tocan siempre las denuncias de corrupción que más preocupan al poder . Muchos creen que no es ni azar ni coincidencia. Así como el menemismo una vez le evitó el juicio político, ahora el kirchnerismo lo defiende a capa y espada de otro en el Consejo de la Magistratura. Evidentemente es un hombre que sabe conseguir amigos.