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El juez Horacio Piombo renunció a su cargo de docente en la Universidad de La Plata tras atenuar la condena de un violador

Se trata del juez que le redujo a la mitad la pena al abusador de un nene de seis años y argumentó que el chico era homosexual .

Horacio Piombo, uno de los dos jueces que atenuaron la condena a un violador de un niño de seis años, renunció ayer a su cargo de profesor en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), mientras se realizaba la primera audiencia del juicio académico en su contra por ese motivo.

El decano de esa unidad académica, Vicente Atela, informó que Piombo presentó su renuncia minutos antes de la sesión del Consejo Directivo de esa Facultad, en la que se trató un pedido de juicio académico y la suspensión del profesor mientras se sustancie ese proceso.

El Consejo, representado por estudiantes, profesores, graduados y no docentes, sin conocer la presentación de la renuncia, resolvió por unanimidad aceptarla, por lo que quedó sin efecto el juicio académico que se le seguía.

Piombo había sido expulsado hace unos días de la Universidad Nacional de Mar del Plata, que le rescindió el contrato que tenía para dar clases en esa Casa de Estudios y la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) reclamó al Consejo Directivo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) el inicio de un juicio académico.

El decano de la Facultad de Derecho platense precisó que Piombo "presentó la renuncia en el decanato con carácter de indeclinable, por lo que se inició el correspondiente expediente administrativo que fue puesto a consideración del Consejo Directivo".

En la carta, a la que tuvo acceso Télam, Piombo sostuvo que "no fue fácil ni agradable" tomar la decisión y aseguró que "el gravitante decisivo para tomar este camino fue que, como profesor ligado profundamente a la UNLP, debía imperativamente contribuir a la paz y a la tranquilidad de la Facultad".

Una fuente de la Facultad de Derecho explicó que si bien el juicio académico quedó sin efecto, Piombo no podría presentarse a nuevos concursos ya que tiene 72 años y hay una norma que establece que los docentes con más de 65 años para presentarse a un concurso requieren del aval del Consejo Académico de la Facultad en la que piensan concursar.

Tras la sesión del Consejo, el decano puntualizó que si bien había fallos polémicos de Piombo con anterioridad "nunca había habido una promoción de juicio académico contra estos profesores".

Durante la sesión del Consejo Directivo, se analizó además un pedido similar contra el otro juez del Tribunal de Casación que también firmó el polémico fallo, Benjamín Sal Llargués.

En este caso, el decano informó que el magistrado "había presentado su renuncia a la cátedra de Derecho Penal en agosto del 2014 y que fue aceptada por el Consejo".

Ante cientos de estudiantes que colmaron el Salón de los Espejos de la Facultad de Derecho, uno de los representantes de los alumnos fue el encargado de mocionar el pedido de juicio académico y suspensión de los magistrados.

El consejero adujo que el pedido se fundamentaba en "atender las demandas de quienes nos toca representar" y calificó como "reprochable y discriminatorio" el fallo, por lo que afecta la ética universitaria.

Por su parte, la agrupación Unidos y Organizados destacó que "estos hechos aberrantes y estigmatizantes de las víctimas de abuso, que el Poder Judicial decide victimizar por partida doble al hacer uso de las supuestas características personales de los menores, como atenuante del delito cometido por sus abusadores, resultan de una inminente gravedad".

Precisó que resultan "violatorias de principios establecidos en nuestra Constitución Nacional, y en todo el plexo normativo incorporado por los Tratados de Derechos Humanos contenidos en ella, particularmente la Convención sobre los Derechos del Niño y el Pacto de San José de Costa Rica".

En el polémico fallo, Piombo y Sal Llargués argumentaron que la pena impuesta a Mario Tolosa, vicepresidente del Club Florida, debía ser reducida porque la víctima del abuso, un jugador de fútbol infantil de 6 años tenía "una orientación sexual homosexual".

"Me afecta al respecto una insondable duda que tiene por base esa familiaridad que el niño ya demostraba en lo que a la disposición de su sexualidad se refiriera. En todo caso y a esa corta edad, transitaba una precoz elección de esa sexualidad ante los complacientes ojos de quienes podían (y debían) auxiliarlo en ese proceso", dice textualmente en el fallo uno de los jueces.

Más allá de las sanciones académicas, ambos magistrados deben enfrentar ahora varias denuncias que se le formularon para que se les inicie un jury de enjuiciamiento que deberá determinar si continúan en sus cargos o son destituídos.