El juego secreto de Scioli
En público, apoya a Cristina. En privado, no se baja de la ambición presidencial. La Presidenta pidió tiempo hasta mayo.
Admitió por primera vez en público que existe un gran consenso en la mayoría de los peronistas para que Cristina Fernández sea reelecta. En realidad, quisiera ver los sondeos de intención de voto dentro de 90 días. Todavía cree en privado que puede ser el futuro presidente en nombre de todo el peronismo. Los ultrakirchneristas están a la defensiva (tal vez con razón): no le creen a Daniel Scioli que ya se haya bajado de la candidatura presidencial.
El gobernador cuida, como siempre, las formas: será leal hasta que las encuestas demuestren la necesidad de lo contrario, o sea cuando la Presidenta, por sí misma, se convenza de que no llega a un tercer mandato K. Scioli íntimamente siente que ha llegado su hora: conserva altos índices de popularidad, acaba de cumplir 54 años, fue legislador, ministro, vicepresidente y gobernador del principal distrito del país y se considera un factor de unidad peronista. Sobre todo, sin Kirchner y con el kirchnerismo en proceso de agotamiento, un proceso que considera inevitable. Con él, además, no habría que empezar de nuevo y desandar todo lo andado por las dos gestiones K.