El "internismo", el gran problema que tiene Alberto Fernández para gobernar
Problemas a la hora de comunicar y frentes abiertos en casi todos los ministerios.
El gobierno de Alberto Fernández corre con “la ventaja” de llegar luego de un horripilante manejo del Estado de Mauricio Macri. Nada puede ser peor que el desastre que dejó el último mandatario. Los medios de comunicación y gran parte de la sociedad les están dando un tiempo de espera al nuevo Gobierno que debiera cortarse con un gran anuncio de renegociación de la deuda. El país no crece y el rumbo económico depende exclusivamente del acuerdo con el FMI. Pero, lo que el periodismo no está haciendo a la hora de criticar, se están encargando los propios funcionarios en hacerlo. Errores a la hora de comunicar las medidas crearon el “internismo” y está logrando poco a poco quebrar esa famosa unidad que pide el Presidente. “Es con todos”… Hasta que se manden una.
Cuando hablamos de internismo podemos explicarlo en varias peleas que se ven a diario. Idas y vueltas con medidas que la sociedad espera y que en muchos casos asustan. Vamos a repasar algunas de ellas.
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, propuso la posibilidad de cambiar la edad jubilatoria. Esto llamó la atención de los jubilados que ya vienen de perder con el último aumento otorgado y de los futuros jubilados. A las pocas horas, el director ejecutivo de la ANSeS, Alejandro Vanoli, tuvo que salir a aclarar esta situación y sostuvo que el Gobierno no tiene la intención de modificar la edad jubilatoria. Otro golpe al sistema jubilatorio marcaría una mancha gigante para un gobierno que prometió tener a los jubilados como prioridad. Otro error de comunicación fue la presentación de un vademécum de 170 medicamentos por parte del PAMI para los jubilados. A días del anuncio todavía no se conoce ese listado.
Sabrina Frederic, ministra de seguridad de Nación, y Sergio Berni, ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires, no se pueden ni ver. Se sabe que piensan completamente distinto y hasta tuvo que intervenir el gobernador Axel Kicillof para que dejen de marcar sus diferencias en público. A la ministra la apoya el Presidente y Berni fue pedido por Cristina Kirchner.
Otra pelea fuerte es la que se llevan Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, y Sergio Lanziani, secretario de Energía. Kulfas tiene “frezados” los nombramientos en puestos claves con la intención de meter gente de su riñón y dejar afuera a gente de Lanziani, hombre que representa al ala más cristinista. Esta batalla, que todavía no tomó fuerza mediática, es otro conflicto que deberá cerrar Alberto Fernández.
Por otro lado, las declaraciones de Malena Galmarini diciendo que Sergio Massa es el hombre más preparado para continuar este proyecto de Gobierno. No pasaron ni tres meses de gestión y ya piensan en el futuro gobierno. Una verdadera locura que en el seno del Presidente no cayó bien.
El último gran capítulo del internismo lo vimos esta última semana con el choque entre el mismísimo Presidente y Santiago Cafiero. Alberto Fernández contradijo las declaraciones de Santiago Cafiero y aseguró que el gobierno no tiene en análisis aumentos en los servicios públicos ni en el transporte.
Muchos ministros que trabajan de sol a sol trabajando tratando de levantar el desastre que dejó Macri también están fastidiosos. Y tiene sus razones. Son ellos los que por ahora solo dieron buenas noticias para el Gobierno de Alberto y ven como sus colegas se las pasan mostrando sus diferencias en televisión.
Claramente hay un problema de comunicación en el Gobierno. Idas y vueltas con anuncios muy importantes hacen marear a la sociedad y empiezan a quebrar esa unidad de partidos políticos que representa el Frente de Todos. Ojo con el internismo que muchas veces es peor que la critica que podamos hacer desde los medios de comunicación.
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