El ingrato oficio de ser bombero
Las palabras no alcanzan para definir este trabajo: sacrificio, amor y pasión, sin esperar nada a cambio.
Ver la caravana de despedida de los bomberos caídos en la tragedia de Barracas produce una sensación ambigua de tristeza, por quienes dieron su vida por una causa y de orgullo, por el hecho de saber que existen almas nobles, dispuestas a dar todo por el otro.
La definición en el diccionario de la Real Academia Española para la palabra bombero es más que fría: "Persona que tiene por oficio trabajar con la bomba hidráulica; operario encargado de extinguir los incendios".
Sin embargo, si lo tuviéramos que definir por nosotros mismos, las palabras no alcanzarían. Un bombero es mucho más que una persona que apaga un incendio, es alguien desinteresado, valiente, honrado y noble que es capaz de sacrificar su vida y la tranquilidad de su familia por hacer el bien a alguien que ni siquiera conoce.
En estos días escuché decir que ser bombero "es el mejor trabajo del mundo" y de seguro así sea. Es un oficio en el que el cuerpo y la mente no alcanzan, sino que se pone el corazón. Nadie puede ser bombero sin pasión y corazón.
¿Qué lleva a una persona a ser bombero? Muchas veces no hay retribución económica, cuando la hay, no es sustancial ¿Por qué lo hacen?
¿Ser bombero es un oficio ingrato? Tal vez sí en la práctica, sueldos bajos o nulos, sacrificio y esfuerzo, pero seguro, la mayor retribución vaya más allá, cuando cada noche se acuestan y sienten la satisfacción de que su día no pasó en vano.
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