El "huracán Cristina" aplasta a Eduardo Duhalde y a los demás referentes opositores
*Por Alejandro Méndez. La amplia victoria de la presidenta argentina, Cristina Fernández, aplastó las aspiraciones del exmandatario Eduardo Duhalde, su acérrimo rival en las filas del peronismo, y las del socialdemócrata Ricardo Alfonsín, entre otros grandes perdedores de las elecciones generales celebradas ayer.
Duhalde, candidato presidencial de la Unión Popular, un sector del peronismo disidente, y Alfonsín quedaron relegados en las preferencias electorales, lejos del 53,15% de los votos en favor de la mandataria.
En las Primarias de agosto pasado, Alfonsín y Duhalde habían reunido poco más del 12% de los votos y empatado en el segundo puesto detrás de Fernández, un lugar que en la elección de ayer ocupó el socialista Hermes Binner, del Frente Amplio y Progresista, quien se catapulta así como referente opositor.
Elisa Carrió, candidata de la Coalición Cívica formada por dirigentes de variopintas fuerzas políticas, engrosa el lote de los grandes perdedores al reunir apenas el 1,8%, por debajo de los 2,2% del aspirante de la izquierda troskista, Jorge Altamira.
Duhalde (2002-2003) ha insistido hasta último momento en que "el modelo" económico vigente "hace agua" y habrá una "situación difícil", mientras que Alfonsín predijo que su partido, la centenaria Unión Cívica Radical, "va a poner al presidente" que será elegido en 2015. Carrió, quien ha dicho que ésta era la tercera y última vez que iba a aspirar a la jefatura del Gobierno, se ha lamentado de su desplome luego del segundo puesto que logró en las presidenciales de 2007 frente a Cristina Fernández.
"No estoy en campaña por mi candidatura, porque yo no le sirvo a una Argentina que no quiere la verdad, ni la libertad ni la justicia", apuntó Carrió, quien sostuvo ayer que está dispuesta a liderar su reducido grupo parlamentario.
Duhalde ha dicho que la gente "está cómoda y no hace análisis" sobre la situación económica y que "cuando la sociedad se dedica a consumir no escucha" sus advertencias sobre una calamidad económica en ciernes.
Sostiene que el Frente para la Victoria, creado bajo su amparo en 2003 por Néstor Kirchner, esposo y antecesor de Fernández en la jefatura del Estado, es "una secta" a la que le queda poca vida, aunque las grandes huestes peronistas siempre han seguido al correligionario más poderoso y ganador.
"El que puso a los Kirchner en el gobierno fue él", le ha reprochado Alberto Rodríguez Saá, quien presentó su candidatura presidencial por una fracción del peronismo disidente tras romper a comienzos de año con Duhalde. Binner reunió el 17% de los sufragios, casi siete puntos más que en las Primarias, a las que acudió luego de la ruptura de la alianza con Alfonsín, de la Unión Cívica Radical, debido que el hijo del fallecido expresidente Raúl Alfonsín había sellado un pacto con peronistas disidentes.
"Esto no se termina el 23 de octubre", había dicho el dirigente socialista en referencia a la necesidad de fortalecerse con vistas a las legislativas de 2013.