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El homenaje de la línea 39 para Carlitos Balá
La línea de colectivos donde empezó su carrera lo homenajeó en vida con un artista Alejandro Marmo hizo un mural que está en la terminal de Chacarita.
Hace unos años, cuando cumplió 86, los colectivos de la línea 39 aparecieron ploteados con su imagen. Días atrás, poco antes de que cumpliera 97 años, Carlitos Balá siguió ligado a los colectivos en los que empezó a trabajar con los chistes y monólogos que luego lo transformaron en un ícono del cine, la radio, el teatro y el entretenimiento infantil.
La terminal del 39, en Jorge Newbery y Guevara, en Chacarita, tiene desde el mes pasado un mural de hierro, que se ilumina de noche, con la imagen de Balá.
Carlitos Balá siguió ligado a los colectivos en los que empezó a trabajar con los chistes y monólogos que luego lo transformaron en un ícono del cine, la radio, el teatro y el entretenimiento infantil.
La obra es de Alejandro Marmo, el escultor que creó el mural de Evita en el ex Ministerio de Obras Públicas (MOP) sobre la avenida 9 de Julio y de la serie de "los iluminados", que tiene esculturas de Luca Prodan, Gustavo Cerati, Charly Garcia, Mercedes Sosa, Luis Alberto Spinetta, Juan Alberto Badía y Diego Maradona, entre otros.
Con “Carlitos Iluminado”, Marmo y la línea 39 homenajearon a Balá, que en los años 50 inició un vínculo que se volvió indeleble con el colectivo de va de Chacarita a Barracas y La Boca.
Carlitos tenía poco más de 20 años. En sus tiempos libres que le dejaba el negocio familiar, entre otras cosas visitaba a sus amigos colectiveros de la 39, ya que vivía cerca de la terminal de Chacarita.
“El estuvo tantos años en la línea y se le hicieron tantos homenajes, que nosotros quisimos sumar este regalo de cumpleaños. Hicimos bien, porque lo está viendo todo el mundo”, le decía en 2011 a Clarín una de las empleadas de la 39.
En ese tiempo, casi todos los internos tenían en sus lunetas o en sus ventanillas la imagen de Balá. "Muchas felicidades Carlitos", decían las letras blancas acompañadas por un sticker que mostraba la típica imagen de Balá con su "gestito de idea".
“Había un chiste que siempre hacía con la complicidad de algún chofer. Carlitos se hacía pasar por pasajero y de golpe preguntaba, a propósito, si faltaba mucho para plaza Constitución, por donde ya habían pasado. Cuando el chofer le decía que todavía faltaba ¡la gente lo defendía a él y retaba al chofer! El sólo iba a divertir a la gente”, recordaba en 2011 un chofer que lo había visto iniciar su carrera artística en los pasillos de los colectivos mientras recorrían la Ciudad de Buenos Aires.
"Carlitos Bala es como Charles Chaplin con perfume argentino. Iluminó generaciones y la profundidad de su huella en el camino de las infancias marcó a los adultos que ahora juegan a ser niños", dijo Alejandro Marmo, el artista cuyas obras trascienden las fronteras de la Ciudad y tiene al menos 50 en Italia, incluido El Vaticano.
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