El hermano de Ángeles declaró que le dijo a su mamá: "No te juntes con Diana Saettone, Mangeri está hasta las manos"
El hermanastro de la joven asesinada había relatado lo que supuestamente escuchó que dijo el portero en la fiscalía.
El medio hermano de Ángeles Rawson, Jerónimo Arellano Villafañe, dijo, cuando le tocó declarar en el juicio oral por el crimen de la adolescente, que escuchó al portero y único acusado, Jorge Mangeri, "levantar el tono de voz" y "ponerse nervioso" cuando le pidieron que exhibiera las heridas que tenía en el cuerpo.
Mangeri estaba declarando la noche del 14 de junio de 2013 en una sala contigua a la que ocupaba el joven, apenas separados por un tabique sin techo, por lo que pudo escuchar "perfectamente" lo que ocurría al lado.
Cuando salió de declarar, Arellano Villafañe vio a su madre, Jimena Arduriz, sentada junto a Diana Saettone, la esposa de Mangeri, en un banco de la fiscalía. "La llamé y le dije que no se pegara mucho a ella, porque Jorge estaba hasta las manos".
Cuando los fiscales Fernando Fiszer y Sandro Abraldes le preguntaron por qué había llegado a esa conclusión, el medio hermano de Ángeles dijo que Mangeri "se puso nervioso cuando le pidieron que mostrara las heridas", que él atribuyó a apremios policiales pero que la acusación tomó como indicios de la resistencia de Ángeles al ataque del que fue víctima.
Además, Arellano Villafañe contó haber escuchado a un médico policial decir que las heridas no coincidían con la data que había consignado Mangeri.
"Ángeles era divina, era mi debilidad. Tenía su carácter, se hacía respetar, se hacía escuchar, pero también escuchaba. Era contenedora con todos nosotros. Era divina...", expresó en tono casi intimista cuando el abogado querellante, Pablo Lanusse, le preguntó sobre cómo era su hermana.