El gran dilema: retenciones sí o no
Por Fabián Medina. Desde siempre existe la polémica entre la aplicación o la no aplicación de retenciones en la economía de los distintos países y sus economías.
Desde siempre existe la polémica entre la aplicación o la no aplicación de retenciones en la economía de los distintos países y sus economías. Para poder ver eso primero debemos entender que las retenciones no son sino una herramienta económica que se posee para evitar que los precios internacionales se incorporen en la PARTE INTERNA de los países; o sea, para decirlo más claramente para evitar que los precios internos sean los mismos que los internacionales en países donde los cuales no se poseen momentáneamente una moneda fuerte.
En el caso de nuestro país la situación fue muchísimo más complicada que esto como consecuencia que se eliminó el 11 de diciembre de 2015 un esquema de retenciones medianamente razonable y se reinstalaron en 2018 con un esquema muy perverso para cualquier economía, perverso porque se instauró un esquema que no solamente colocaba retenciones a las materias extraídas de la tierra sino también a las exportaciones de productos industriales y de servicios. En 2015 se eliminaron las retenciones a las commodities agrícolas y mineras que sumaban alrededor de U$S 11.000 millones de dólares al año y se descontaban de los impuestos a pagar.
El esquema de retenciones sirve como muchos decimos para despegar los precios relativos internos de la economía de los internacionales pero debe hacerse como corresponde. A nuestro saber y entender lo que corresponde sería, sobre commodities como la soja en un alto porcentaje para evitar que nuestra producción agrícola sea de monocultivo y baja pero retención al fin al maíz y trigo para despegar los precios locales y asegurar la producción interna para el consumo. Todo esto debe realizarse teniendo en cuenta y resguardando a los pequeños productores que viven de su producción y necesitan del producto de ella para seguir produciendo y viviendo.
En forma conjunta con esto cabe aclarar que debe reinstaurarse las retenciones a la minería y de hidrocarburos en crudo que no fueron reimplantadas por el gobierno actual, no queremos creer que ello sería para beneficiar a empresarios conocidos/amigos o intereses personales de funcionarios actuales, en el orden que se encontraban hasta 2015. Lo que sí es extremadamente necesario eliminar son las retenciones a productos industrializados y servicios, que son nocivos para el crecimiento de nuestro país desde el desarrollo económico y por ende desde el trabajo personal de la población.
Como corolario de esto es necesario que se vuelva a colocar la obligación de liquidar las exportaciones que se encuentran declaradas declaradas en la Dirección General de Aduanas en un plazo máximo de 150 días corridos de acuerdo a los usos y costumbres internacionales de cobro en base a cartas de crédito y otros elementos financieros. Con motivo de estas retenciones estarían ingresando a las arcas de la recaudación nacional cerca de U$S 11.000 millones o su equivalente a hoy de $700.000 millones, que es el déficit real que estaría dejando este Gobierno más allá de los pases contables de energía y transporte que se esforzaron por realizar en estos 2 últimos años.
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