El Gobierno niega la posibilidad de dar un bono a trabajadores que reclaman los gremios
"Destruiría el proceso paritario", sentenció la ministra de Trabajo Raquel "Kelly" Olmos. El pedido también divide a la CGT.
Las candidaturas y la supuesta proscripción de Cristina Kirchner no son los únicos temas que dividen a los socios del oficialismo. El Ejecutivo se plantó ante la idea de una suma fija para trabajadores por fuera de las paritarias, que empujaron los sindicalistas cercanos al Instituto Patria y La Cámpora el miércoles pasado en una reunión con Máximo Kirchner.
La ministra de Trabajo Raquel “Kelly” Olmos fue categórica sobre la viabilidad de que el presidente Alberto Fernández vuelva a ordenar por decreto la entrega de una suma fija para trabajadores privados (que quedaría a cargo de sus empleadores) y de estatales, como la que otorgó a principios de 2020.
“El Gobierno no acuerda con la idea de una suma fija que destruiría el proceso paritario y que siempre que se aplicó -tanto en la gestión original de Néstor Kirchner como en la de Alberto Fernández- fue después de un proceso de crisis que había demolido eso y donde no había habido una paritaria capaz de recomponer”, sentenció la dirigente del NEP y reemplazante de Claudio Moroni en diálogo con Radio Con Vos.
La presión por la suma fija se renovó después de la reunión que mantuvo el jefe del peronismo bonaerense y de La Cámpora, Máximo Kirchner, con sindicalistas que responden políticamente a la Vicepresidenta el miércoles, en la antesala de la cumbre del Frente de Todos en la sede del PJ.
En la Federación Gráfica bonaerense, Kirchner y Andrés Larroque escucharon los reclamos del metalúrgico Abel Furlán; los dirigentes Sergio Palazzo (bancarios), Vanesa Siley (judiciales) y el dueño de casa Héctor Amichetti, en representación de la Corriente Federal de Trabajadores; además del moyanista Omar Plaini; los referentes de la CTA Hugo Yasky, Roberto Baradel y Sonia Alesso; y el ministro de Trabajo de Axel Kicillof, Walter Correa.
Varios de ellos fueron activos en el encuentro del oficialismo en la calle Matheu. Palazzo pidió por la comisión para convencer a CFK de que sea candidata y Furlán le hizo saber al Presidente que sus afiliados no piden por la candidatura del mandatario sino por la de Cristina. Pablo Moyano, que no había estado con el jefe de La Cámpora, en cambio, cargó contra el flamante jefe de asesores del Presidente, Antonio Aracre.
Yasky, en tanto, había enviado en enero un documento a la ministra de Trabajo y a la secretaria de Empleo Público, Ana Castellani, para que autoricen un desembolso de $30 mil para trabajadores de la administración nacional. Desde el Ejecutivo señalan que continuarán con las negociaciones paritarias.
El Gobierno y el ministro de Economía Sergio Massa (que no se expidió públicamente sobre la idea de la suma fija) siguen defendiendo la pauta paritaria cercana al 30% para el primer semestre para anclar las expectativas inflacionarias.
Olmos afirmó que los dirigentes gremiales con los que habla se manifiestan en contra de la idea de una suma fija. “Todos reafirman la paritaria; que la paritaria se muestra muy vigorosa. Si tomás el promedio de los incrementos previstos para el mes de enero de las principales negociaciones paritarias dieron un 6 y medio. Nosotros hubiéramos esperados que ese 6 y medio que habíamos visto significara una importante recomposición. Frente a un índice inflacionario del 6% fue simplemente afirmar que la paritaria dará cobertura frente a la inflación”, añadió la ministra de Trabajo.
Las razones de Olmos y del Ministerio de Economía para oponerse a la suma fija son principalmente económicas. En la CGT se superponen también exigencias políticas.
En el encuentro de la Movimiento Nacional Sindicalista en Mar del Plata que reunió a los “gordos”, primó el rechazó contra la iniciativa de los gremialistas kirchneristas.
“Con una suma fija lo único que hacen es pretender suplir el rol de la fortaleza de la organización sindical por la solución del iluminado que nos gobierna. Eso choca con la construcción de poder que queremos nosotros”, señaló en privado el co-secretario general de la CGT, Héctor Daer.
Las voces mayoritarias de la central obrera presionan por lugares en las listas para el movimiento sindical que surjan de su interés y no de la venia de los Kirchner como en 2019 y 2021.
El anfitrión de la mesa sindical Luis Barrionuevo volvió a expresar su apoyo a una eventual candidatura del ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro. “Póngale una ficha”, sugirió el gastronómico.
El año pasado, el cristinismo presionó públicamente por la idea de una suma fija. La Vicepresidenta reclamó un bono en una de sus reapariciones en un acto con la UOM. El Presidente finalmente terminó cediendo con una solución salomónica que no contentó a sus socios y anunció por decreto un bono de $24 mil para trabajadores con ingresos de hasta $161.859.
Esta semana Massa tiene previsto reunirse con la comisión directiva de la CGT (una cita que volvió a ser postergada), que parecía empujar hasta hace poco una hipotética candidatura presidencial del ministro. El ministro intenta hacer equilibrio entre la urgencia de los números, la presión de sus socios y sus propias expectativas políticas.
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