El Gobierno investiga las relaciones ocultas que tenían los funcionarios K con China
La cartera que encabeza Susana Malcorra revisa los acuerdos que se llevaron a cabo con el país asiático durante la etapa kirchnerista.
En medio de la carrera por atraer inversiones de capital extranjero, la ministra de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, consignó repasar todos los contratos firmados con el gobierno de China durante la gestión de la ex presidente Cristina Kirchner, que consideraba de gran relevancia los vínculos con el país asiático en materia económica.
Es que no sólo fueron polémicos los tratos pactados con el gigante de Oriente, sino que la canciller percibió irregularidades en las relaciones internacionales debido a la configuración de un esquema que evitaba la intervención de la embajada argentina de allí, según cuenta La Nación, y buscará una respuesta junto con el embajador argentino en China, Diego Guelar.
¿Qué importancia podría tener el proceso con respecto al resultado de los acuerdos? Pues el oficialismo considera sospechosa la forma en que la ex ministra de Industria Débora Giorgi negociaba con emisarios chinos, sin la mediación del por entonces embajador Gustavo Martino y la cancillería encabezada en ese momento por Héctor Tímerman.
La configuración de la parte argentina en las negociaciones eludía totalmente a la embajada y permitía a Giorgi, al ex ministro de Planificación Julio De Vido y al ex ministro de Economía Axel Kicillof conversar de manera directa con la comitiva de los asiáticos.
"El gobierno de Cristina Kirchner quería manejar la relación con China desde los ministerios de Planificación e Industria. Había acuerdos poco transparentes y negociaciones por fuera de mi conocimiento", denunció César Mayoral, el antecesor de Martino entre 2008 y 2011. Mayoral fue desplazado luego de manifestar estas irregularidades.
Actualmente se desconocen detalles de varios de los 79 polémicos acuerdos firmados durante la gestión de Cristina Kirchner con China, y las razones de sus respectivos orígenes encendieron las alarmas en el oficialismo, que buscará desenmarañar qué escondía la embajada paralela K.