El Gobierno denunció un complot

De sport, casi a punto de partir a su fiesta de Nochebuena, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, grabó en su despacho el mensaje ideado por la Casa Rosada como reacción ante los desmanes del jueves en Constitución, después de una protesta gremial. Lo hizo casi sin eufemismos: acusó a Eduardo Duhalde, a los partidos de izquierda y a medios de comunicación de haber orquestado un complot para desestabilizar al Gobierno.

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, reforzó la idea: mencionó también a Duhalde como supuesto instigador del estallido de furia y denunció "un proceso para generar zozobra en la sociedad".

La reacción oficial fue coordinada con la presidenta Cristina Kirchner, que reveló entre funcionarios cercanos su gran preocupación por los hechos de violencia que empañan el fin de año y trastornan su gestión. "Hay estado de alerta", graficó una fuente de la administración. Demoró un día su viaje a Río Gallegos por la Navidad y dio el aval para instalar la idea de la conspiración.

Es una estretegia calcada de la que usó el kirchnerismo ante otros sucesos violentos que lo complicaron. Los últimos casos: las recientes tomas de tierras en el sur porteño y la muerte de Mariano Ferreyra, el militante del PO asesinado por una patota del gremio ferroviario hace dos meses.

Aníbal Fernández publicó ayer en su blog personal el mensaje que había grabado la tarde anterior. Dijo que los graves incidentes desatados en la estación Constitución "se apadrinaron", e incluyó en sus denuncias al Partido Obrero (PO), a la "derecha que quiere desestabilizar" y a las empresas periodísticas que "destilan veneno".

"Hay dirigentes irresponsables de baja estofa que están tratando de ver si, perjudicando al Gobierno, tiene alguna posibilidad electoral", dijo el ministro, que atraviesa un momento de debilidad dentro del Gabinete, pero a quien la Presidenta le encomendó la misión de instalar la versión oficial ante los episodios que causaron decenas de heridos, detenidos y destrozos, además de miles de pasajeros de tren varados.

"Algunos, asumiendo roles mafiosos como en la película El padrino, han buscado punteros políticos y personajes nefastos que han ido a motivar determinadas acciones y que han significado dolores de cabeza para todos", acusó Fernández. Incluyó referencias elípticas a Duhalde. Pero Randazzo lo mencionó con nombre y apellido. "Duhalde es uno de los dirigentes que intentan imponer un discurso del orden a través de la violencia", acusó.

También el ministro de Justicia, Julio Alak acusó al PO y "a la derecha, que se manejó en las sombras, mandando a sus activistas armados a destrozar la estación".

El discurso fue elaborado de apuro durante las horas previas a la Nochebuena. Implicó cierto giro respecto de la información que salía de adentro del Gobierno durante los incidentes que conmocionaron al país. En aquel momento, se presentó una denuncia formal contra el PO por obstaculizar las vías de la línea Roca en Avellaneda como parte de una protesta gremial de trabajadores tercerizados. En ningún momento, el Gobierno fue a la Justicia a denunciar instigación política de los desmanes en Constitución. El canciller Héctor Timerman, por caso, acusó en Twitter al PO, subido a la línea oficial, cuando la policía empezaba a recobrar el orden en la estación. Hasta anoche, no se había sumado al coro de la conspiración.

La Policía Federal también parece avanzar en otra dirección. Investiga los supuestos lazos entre los detenidos durante los disturbios y los militantes del PO que apoyaron la protesta sindical en Avellaneda. Sospecha que hubo instigación a la violencia para provocar destrozos y saqueos (ver aparte).

Ya sin el control de las fuerzas de seguridad, Aníbal Fernández, ex funcionario duhaldista, ahondó en el camino del complot: "Intentaron ensuciar el fin de la década, como lo hicieron al principio de la década. Intentaron ensuciar las Fiestas porque uno siempre se siente de una manera un poco más impactado por las Fiestas en sí mismas, pero no lo han conseguido". Entonces, le apuntó a la prensa: "Todo estuvo incentivado por muchos medios de comunicación que ustedes conocen de sobra: basta con mirar los canales de noticias o leer los diarios para ver el veneno que destilan".

ANTES DE BRINDAR

Aníbal Fernández habló en su blog

El jefe de Gabinete grabó un mensaje horas antes de la Nochebuena. "El fin de año no ha sido un fin de año que pareciera que termina convulsionado, lo convulsionaron, lo provocaron. Un dirigente dijo se desmadró. Y no. Acá lo que hicieron se apadrinó", enfatizó.

EL PARTIDO OBRERO APUNTA CONTRA HUGO MOYANO

Néstor Pitrola lo dice convencido: "Nos acusan por la violencia en Constitución, pero nosotros identificamos en una foto de lanacion.com a uno de los violentos, y es un delegado del sindicato de camioneros". Según el dirigente del Partido Obrero (PO), se trataría del "Mono" Gómez, delegado en una empresa de correos de esta ciudad. El PO ve la mano de los sindicatos del transporte detrás de los disturbios ocurridos en la estación y la caída de las negociaciones por los tercerizados del Roca, en el Ministerio de Trabajo. "El gabinete nacional es rehén de la patota de Pedraza [José, titular de la Unión Ferroviaria], Luna [Antonio, secretario de Transporte Ferroviario] y Maturano [Omar, de los maquinistas de La Fraternidad]. Luna boicoteó una solución que el propio ministro Carlos Tomada se había comprometido a otorgar", sostuvo.

SIGUE INTERNADO Y FUE OPERADO EL UNICO HERIDO GRAVE

Con pronóstico reservado continuaba ayer internado en el hospital Cosme Argerich la persona que resultó herida de gravedad en los incidentes del jueves en Plaza Constitución. El Ministerio de Salud del gobierno porteño no informó de la identidad del paciente, dado que la familia no autorizó su difusión, pero se supo que se trata de una persona de unos 60 años, que fue internada por traumatismo de cráneo. Voceros del área de Salud informaron que el paciente fue intervenido quirúrgicamente de un hematoma pequeño, derivado del traumatismo de cráneo, y que su diagnóstico es de estado reservado. La operación se realizó anteanoche y se estima que mañana se dará un parte médico oficial. El gobierno porteño afirmó que el resto de los heridos derivados a los hospitales de la ciudad fueron